La reunión de Rusia y Ucrania en Turquía se ha cerrado sin la firma de un acuerdo explícito ni un alto al fuego, pero este hecho no implica que haya visos de un acercamiento que pueda poner fin a la escalada de violencia derivada de la invasión perpetrada por el Kremlin o, al menos, una reducción en su intensidad.
Ucrania, por el momento, ya se ha visto obligada a ceder en sus intensiones de incorporarse a la OTAN, mientras que Rusia ha comenzado a retirar sus tropas de Kiev. Ambos países ahora esperan que se sumen más potencias internacionales como garantes de la paz sobre el territorio.
El Gobierno de Kiev ha puesto como condición básica la retirada de las tropas rusas de su territorio soberano, pero Rusia se ha limitado a una retirada parcial en Kiev, Chernígov y el norte de Ucrania. El viceministro de Defensa ruso, Alexander Fomin, ha asegurado que el objetivo de esta retirada parcial es "incrementar la confianza mutua" de cara a las negociaciones.
De forma paralela, el Ministerio de Defensaruso se aja reafirmado en su intención de continuar con lo que denominan como "operación especial" hasta conseguir sus objetivos. Previamente, Rusia ya había rebajado sus expectativas diciendo que Kiev no era su prioridad y que se centrarían exclusivamente en los territorios del Donbas.
Las tropas rusas llevan semanas estancadas y con problemas de suministro. Las fuerzas ucranianas han conseguido contraatacar a las rusas y han recuperado varios territorios cerca de Kiev. Pero la situación está lejos del alto el fuego y, de hecho, Rusia ha emprendido ataques en plenas negociaciones en Turquía.
El papel de Ucrania en materia de seguridad
Mientras que Rusia emprende este cambio de posición, Ucrania también ha asumido un giro en su estrategia. Para eludir la invasión rusa, renunciará a sus aspiraciones de entrar en la OTAN y se compromete además a no albergar ninguna base militar o arma nuclear.
A cambio, eso sí, pedirá a varios países que sean garantes de su seguridad en el caso de que vuelva a sufrir algún ataque similar en el futuro. También se compromete a no realizar ejercicios militares en su territorio sin el consentimiento de los países garantes.
Esta política en materia de seguridad que busca Ucrania sería un acuerdo similar al artículo 5 de la OTAN, es decir, que si Ucrania resulta atacada, se considere como un ataque a un miembro de la Alianza Atlántica a pesar de que no forme parte de ella. Kiev busca exigir consultas a los países involucrados en tres días y, si no se resuelve el conflicto por vía diplomática, tendría derecho a asistencia diplomática de los firmantes, incluida la declaración de una zona de exclusión aérea, la gran petición durante esta guerra que ha sido ignorada por miedo a una escalada de violencia. Kiev quiere un compromiso claro y firmado.
No entrar en la OTAN no excluye de la Unión Europea. Zelenski pidió acceder por la vía rápida tras la invasión del país, una posibilidad que por el momento se ha visto enfriada. Rusia se había manifestado en contra de cualquier alianza o de que el país pudiera ingresar en "cualquier bloque". Sin embargo, Moscú ahora sí parece dispuesto a que pueda acceder a la UE. Ucrania ha recordado este giro y en Estambul ha vuelto a pedir que se garantice su entrada en la Unión Europea.
Los países que garantizarían la seguridad de Ucrania
Ucrania lleva varias semanas explorando qué países podrían involucrarse en su seguridad en el caso de volver a sufrir un ataque similar al que han recibido. No hay una lista oficial de países, pero si hay 11 naciones que la delegación ucraniana ha puesto sobre la mesa de negociaciones.
Estos países son los cinco del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (Reino Unido, China, Rusia, Estados Unidos y Francia), Turquía, Alemania, Canadá, Polonia, Israel e Italia. Ucrania se ha mostrado abierta a que haya más países abiertos a sumarse a la iniciativa y pide que todos se comprometan a garantizar también su entrada en la UE.
Esta sería una condición complicada para Rusia, pero tras la reunión en Turquía, Rusia se ha limitado a asegurar que la concesión a Ucrania de "garantías de seguridad" ha entrado "en un plano práctico". Sin embargo, la delegación rusa ha dejado claro quien tiene la última palabra, añadiendo que estudiarán las propuestas ucranianas en un "futuro próximo" y que reportarán a Putin, después de lo que volverán con una respuesta.
Por el momento, no hay ningún país firmante y de hecho, la propuesta lanzada por Ucrania habría pillado por sorpresa a los aliados occidentales, según publicó el Financial Times el pasado 7 de marzo. Sin embargo, la mayoría de potencias occidentales sí se han mostrado alineadas con Ucrania a lo largo de esta invasión, con sanciones a Rusia y ayuda militar y humanitaria.
¿Y Crimea y Donbas?
Ucrania parece dispuesta a dejar Crimea y Donbas, aparentemente desencadenantes de este conflicto, en un segundo plano, para resolver el conflicto actual cuanto antes. Ucrania ahora propone negociar con Rusia "en un plazo de 15 años", al margen de un posible tratado para un alto el fuego.
Además, se plantea el compromiso de que Ucrania "no utilizará la fuerza para liberar esos territorios", que estarán fuera del acuerdo de garantías de seguridad en el que se verían involucrados otros países. Según fuentes del Elíseo citadas por la Agencia EFE, Vladímir Putin ha asegurado en una conversación con Emmanuel Macron que no está dispuesto a renunciar a sus objetivos militares en Ucrania, que Rusia se centra ahora en el Donbas y que entre sus intereses también se encuentra Mariúpol.