Ofrecemos las seis claves geopolíticas, económicas y sociales necesarias para comprender el origen y la actualidad del autodenominado Estado Islámico, desmontando así la idea vendida en Occidente, donde se nos intenta ocultar como corresponsables.
1 La religión
La radicalización en forma de cruzadas actualizadas con coordinación de la era tecnológica es una de las pocas consecuencias que trae en la época contemporánea la presencia de ideas medievales reinterpretadas hasta la náusea. Ideas arbitrarias con nefastas consecuencias en forma de irracionalidad.
El catolicismo extremado ya lo tuvimos que soportar en Occidente hasta el siglo XIX y después encarnado en líderes tardofranquistas. El Islam explotó en la alta Edad Media pero, tras las guerras de finales del siglo XX, se le hizo resurgir como excusa para tomar unos y otros países. Ahora se ha convertido en un problema de nauseabunda geopolítica que, aunque pese, no debe desvincularse de los lavados de cerebro en nombre de la religión.
2 La libertad de expresión
Es cuanto menos cuestionable que tanto dirigente ultra católico -ministros del Opus Dei y demás- salga a criticar los ataques del Islam contra la libertad de expresión, como ocurrió tras la manifestación de la vergüenza después de los sucesos de Charlie Hebdo, mientras se iban a sus países a aprobar leyes Mordaza contra las libertades individuales. ¿Acaso no es eso también el mayor ataque a la libertad de expresión? ¿O es que hoy soy Charlie y mañana no? Porque poco después los medios hicieron gala de desinformación cuando ignoraron descaradamente los atentados en Yemen o ahora con los de Líbano. ¿Por qué? Pues porque quienes llevaron a cabo los ataques que destruyeron el casco antiguo de Saná en Yemen fueron los estadounidenses.
3 Al Qaeda
Por otro lado, ¿quién pensáis que creó el Estado Islámico? Pues EEUU. ¡Sorpresa! Hace unos lustros se les fue de las manos su anterior creación, Al Qaeda, para poner y quitar gobiernos en Oriente Medio y quedarse con el petróleo entre otras materias primas -luego llegarían las armas de destrucción masiva y, a causa de la invasión de Iraq, hay otros tantos grupos terroristas-.
El ISIS es una facción radicalizada que se escindió de Al Qaeda en Iraq y que compite con esta como si de una franquicia se tratara por ver quién representa mejor el terror en nombre de Dios, como ya dijera Boko Haram ("La educación occidental es pecado") como filial nigeriana. De hecho, su poder en Iraq se topa con la facción siria, descontrolada por la financiación de EEUU sobre milicias regionales a su conveniencia en uno y otro país. Una vez más se les fue de las manos, como reconocía la exsecretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton: "Financiamos mal a los rebeldes sirios y surgió Estado Islámico". La historia se repite, al menos ahora lo reconocen...
4 La guerra de Siria y los refugiados
La decisión de Estados Unidos, Reino Unido y España para invadir Iraq tuvo sus consecuencias -Tony Blair ya se disculpa por ello, Aznar nada- en forma de grupos insurgentes que tomaron el país y la vecina Siria, asolada ya por la Guerra Civil contra el presidente Bashar al-Asad y las disputas contra las reivindicaciones del pueblo del Kurdistán, ya maltratado en Turquía y Jordania.
Son precisamente Turquía y Jordania las que no pueden asumir la brutalidad de tal presión migratoria. Incluso Merkel se ha ofrecido a mediar ante toda la UE para lograr la entrada del gobierno de Ankara en la organización supraestatal, a pesar de las anteriormente conocidas y ahora ignoradas carencias democráticas en libertades individuales expresadas por el ejecutivo de Erdogán. Turquía y Jordania son tratadas como trasteros por la Unión Europea, que ante la imposibilidad de aceptar la llegada de inmigrantes -véase la repulsa hacia los subsaharianos-, prefiere pagar a estos países para que se hagan cargo de las correspondientes cuotas millonarias de refugiados antes que acoger a las víctimas de las guerras que ellos mismos han creado en Israel, Palestina, Siria, Líbano o Iraq.
5 La Primavera Árabe
Hace unos años, para alentar la Primavera Árabe era necesario apoyar a esos grupos derivados de los terroristas iraquíes. Véase que, después de la caída de Gadafi, Libia está controlada por milicias terroristas. En Siria se les fue de las manos hasta el nivel de que la Guerra civil ha provocado la desbandada de refugiados que algunos creen venida como la lluvia que cae del cielo sin saber muy bien por qué... Por eso el ISIS es el Estado Islámico de Iraq y Siria, ¿de verdad hay gente que se sigue creyendo las hipocresías y no la evidencia de que Occidente no tiene no solo una parte sino toda la culpa de la oleada de refugiados, el auge del terrorismo yihadista y las guerras civiles en Oriente Medio?
6 La Guerra Fría
¿Quién financia al Estado Islámico? Pues los aliados de Estados Unidos, empezando por Arabia Saudí, de ahí los problemas que puso EEUU con que la Primavera Árabe se llevara por delante no solo enemigos sino amigos como Mubarak en Egipto. Y todos nosotros, en un círculo vicioso de industrias armamentísticas que controlan nuestros Ministerios de Defensa, los ejércitos vitales para algunos países y los conflictos petrolíferos, siendo artífices de la línea editorial de muchos medios.
Por eso bombardear a la población civil en Raqqa como hace Francia solo empeora el drama de los refugiados que aún están por llegar; mientras atacar pozos petrolíferos corta su financiación, como acertada y sorprendentemente ha hecho Estados Unidos. La Primavera Árabe es una farsa que nos fue vendida como la nueva Revolución Francesa por los medios que convierten todo en europeísta, proamericano o anti-ruso -véase el conflicto en Ucrania, que daría para un artículo y medio y es el mejor ejemplo de esta Guerra Fría inacabable ni con la llegada del siglo XXI-. La farsa más bien demuestra la vigencia de la Guerra Fría en nuestro mundo, pues solo muestra las luchas en los consejos de la ONU por mantener la influencia global, como debatían Rusia -aliada del presidente sirio- y EEUU -aliado del líder egipcio y de los aristócratas árabes que financian el terrorismo islámico- mucho tiempo ha.