En la mañana del 18 de marzo se está celebrando Pleno en el Congreso de los Diputados en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está informando a los diferentes grupos sobre la declaración del estado de alarma (Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo) para afrontar la emergencia sanitaria por el coronavirus.
En un hemiciclo prácticamente vacío y con la separación recomendada por la autoridad sanitaria entre los escaños que ocupan sus señorías, Pedro Sánchez ha explicado que estamos ante el inicio de la pandemia, que lo peor está por llegar pero que juntos saldremos de esta. Sánchez se ha mostrado más presidente que nunca, cambiando su estrategia de comunicación de los primeros días y, ahora sí, hablando a todo el conjunto de españoles y proponiendo medidas que, más o menos acertadas para la oposición, es lo que se esperaba del jefe del ejecutivo.
Si bien es cierto que se ha echado en falta autocrítica, pero no solo en Sánchez -aunque muy especialmente por ser la persona que está al frente de todo el dispositivo- sino en todos los líderes/portavoces que han subido a la tribuna de oradores. Tribuna, por cierto, que una empleada de la Cámara, Valentina, se ocupaba de limpiar a conciencia cada vez que el orador volvía a su escaño. Un ejemplo más de valentía y entrega al servicio público que los ciudadanos tendremos que agradecer siempre.
1 Papel del presidente del Gobierno
Podemos recurrir a la épica para hablar, ahora sí, de un presidente que se cree, o al menos lo parece, lo que está diciendo. Enfundado más que nunca en el traje presidenciable, nos ha repetido por activa y por pasiva una frase que pasará a la historia: "Haremos lo que haga falta, donde haga falta y cuando haga falta", a la que hoy se ha sumado otra que, por su fuerza, denota liderazgo: "No nos rendiremos jamás", frase que ha expresado con la solemnidad que la situación obliga.
2 Ausencia de autocrítica
Los momentos de crisis, como bien sabemos, pueden convertirse en oportunidades muy valiosas para desmontar -o remontar- la imagen pública que se había creado sobre un líder. Si tuviésemos que destacar un caso dado por la actual crisis sanitaria, sería el del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida ha demostrado determinación, eficacia, sentido común y lealtad institucional, se ha erigido en el gran líder del Partido Popular de Madrid. No obstante, en este punto, venía a decir que la autocrítica también es una oportunidad para mejorar la imagen pública, reforzar el discurso y parecer más humano al ciudadano que, temeroso, escucha desde casa.
En esta sesión parlamentaria no hubo autocrítica, aunque sí mucha crítica, de la que destruye y no construye, de la que no aporta nada salvo bilis en un momento de emergencia nacional. Los líderes políticos, todos, han desaprovechado una magnífica oportunidad para reconocer que ellos también son humanos y que, por lo tanto, se equivocan.
3 VOX sigue sin encontrar su su utilidad pública
El discurso del partido de extrema derecha se desmorona y desdibuja en cuanto surgen problemas reales de magnitudes colosales. Iván Espinosa de los Monteros ha trufado su discurso de bilis, aprovechando su turno en la Tribuna para hacer campaña, algo que, a buen seguro, los ciudadanos hoy confinados no agradecen ni, por supuesto, necesitan.
4 Podemos sigue sin enterarse
Tal vez sea que necesiten más tiempo para hacerse a la idea del lugar que ocupan, pero el discurso de su portavoz, Pablo Echenique, ha sido el de un partido que apoya al gobierno pero que ignora que es parte del mismo. Es uno de los problemas de los partidos que basan su discurso en el populismo, que, si llegan al poder, tienen dos opciones: seguir con ese discurso y perder fuerza como gobierno, o empezar a ser pragmáticos y renunciar al discurso que los aupó al poder, con lo que esto conlleva.
5 Rufián, más Rufián que nunca
Destacable su discurso por no tener absolutamente nada positivo ni acertado. El portavoz de ERC ha hecho un sofrito de ideas críticas, nacionalistas y trasnochadas para demostrar que, en los momentos de verdadera necesidad, el nacionalismo no está ni se le espera.
En resumen
En resumen, este Pleno ha servido para poner frente al espejo a los líderes y a sus partidos, pues hoy, especialmente hoy, todo lo que no fuese un apoyo total y cerrado al Gobierno estaba sobrando. Nada de comisiones de investigación, nada de arrogarse méritos y resaltar desméritos,nada de hacer campaña, nada que no sea ser responsable. Al menos igual de responsables que los ciudadanos que, confinados, viven estos días con preocupación y extrañeza. Al menos igual de responsables que todo el personal que trabaja el los hospitales, sean sanitarios o no, que los empleados de supermercados y farmacias, que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que las Fuerzas Armadas, que el personal que desinfecta nuestras calles, etc. En estos momentos, cuando sabemos que juntos ganaremos al virus, no vamos a perdonar ni a permitir que se haga política partidista.
