El asesinato de Marlen Ochoa López, una mujer de 19 años que ha sido asesinada en Chicago, Illinois, ha dado la vuelta al mundo: sus autores habían fijado el objetivo en ella como consecuencia de su embarazo para extraer el bebé que llevaba en su vientre.
Ahora, la Justicia mantiene a las dos autores del crimen, identificadas con el nombre de Clarisa Figueroa de 46 años de edad y su propia hija de 24 años, Desirée, imputadas por un homicidio en primer grado.
Clarisa y Desirée aprovecharon la visita de su víctima a su vivienda y la confianza que profesaba en ellas para someterla a todo tipo de torturas. En el caso se encuentra involucrado también Potr Bobak, de 41 años y novio de Clarisa, que no denunció todo lo que estaba presenciando ante las autoridades.
La menor imputada ha acusado a su madre como presunta inductora del crimen y ha confesado que ella la ayudó a asfixiar a la víctima con un cable coaxial, encontrado en un cubo de basura del patio de la vivienda en el que ocultaron los restos mortales, tal y como relata el diario Infobae.
El móvil del crimen aún no se ha esclarecido, pero hay ciertas sospechas en que Clarisa, que perdió un hijo en el año 2017, tuviera una especie de obsesión por criar un recién nacido bajo cualquier circunstancia.
Buscaban a sus víctimas a través de un grupo de Facebook de apoyo a madres embarazadas
La última vez que alguien presenció a la joven, fue el pasado 23 de abril saliendo de la escuela de Secundaria Alternativa Latino Yotuh, situada en el barrio de La Villita, al sur de Chicago.
La joven se estaba dirigiendo hacia la vivienda de las acusadas y es allí cuando pudo suceder el crimen, ya que posteriormente no volvió a recoger a su hijo a la escuela infantil a la que acudía a diario.
La madre podría haber conocido a las autoras del crimen a través de un grupo de Facebook, ahora cerrado, en el que las integrantes dan apoyo a madres en gestación. Se desconoce por el momento si las imputadas pudieron haber intentado entrar en contacto con más madres.
Según el jefe adjunto de los detectives de la Policía de Chicago, Brendan Deenihan, la víctima acudió a la vivienda engañada por las imputadas: le habían ofrecido ropa y un coche para bebés al que, supuestamente, ya no prestaban uso.
Mientras tanto, la Policía continúa investigando el crimen y si podría haber más personas involucradas dentro del citado grupo de Facebook que podría haber servido como anzuelo para encontrar a futuras víctimas.
