Los ciudadanos españoles ya están empezando a notar las consecuencias del movimiento independentista, que ha llegado en las últimas semanas hasta extremos que parecían muy lejanos. Debido a la incertidumbre generada a partir de este suceso, los ciudadanos del país (entre los que se incluye a los catalanes) perderán aproximadamente 3.300 euros.
La cifra, que ha publicado oficialmente el Gobierno en el Plan Presupuestario de 2018 enviado a Bruselas el pasado lunes 16 de octubre, modificó el crecimiento esperado del PIB para el próximo año.
La previsión, que era de un aumento del Producto Interior Bruto en un 2,6%, ha pasado a un 2,3%, es decir, tres décimas menos, unos 3.300 millones de euros. En el documento oficial se puede leer:
La desaceleración refleja la moderación del ciclo económico, pero también una ligera contención de la demanda interna, resultado del impacto negativo derivado de la incertidumbre asociada a la actual situación política en Cataluña y de la ausencia de un instrumento básico de política económica como son los Presupuestos Generales del Estado
El documento lo han elaborado los ministros de Economía y Hacienda y han achacado el descenso a dos motivos: Por una parte la caída de la demanda interna, asociada a Cataluña y por otra que todavía no se han aprobado los Presupuestos Generales del Estado.
Se ralentiza la creación de empleo
Esto también ha supuesto una menor previsión de crecimiento del empleo a tiempo completo en la península, que será de 2,9% en 2017 y 2,4% en 2018, es decir, que se ralentizará ligeramente el crecimiento. Supondrá la creación de más de 500.000 empleos equivalentes a tiempo completo este año y unos 425.000 el próximo.
Aunque en principio esta creación de empleo es algo positivo, significa que se crearán 75.000 puestos menos, algo de lo que el Gobierno culpa enteramente a la Generalitat, según ha querido dejar claro Cristóbal Montoro:
Lo que está haciendo el Gobierno de la Generalitat, además de situarse fuera del Estado de Derecho, es una amenaza para el empleo que hoy tienen los catalanes y al que aspiran tener
El turismo desciende en picado
Por si estas cifras parecieran poco, la Confederación Española de Organizaciones Epresariales y Exceltur rebajó a un 3% el crecimiento para este año.
La patronal de turismo afirmó que desde el referéndum ilegal realizado el pasado 1 de octubre, Cataluña ha perdido la dramática cifra de un 15% de su actividad turística. Además creen que si el panorama de incerteza se mantiene, el crecimiento de este sector en 2017 llegaría a descender un 25%.
Un turismo que estaba previsto creciese este año un 4,1% pasa a esperar un descenso de más del 20% en la región catalana, lo que se traduce en un punto menos de la aportación del turismo al PIB español.
Todo esto en el caso de que la situación se estabilice, porque si Cataluña sigue adelante generando más inestabilidad, todas estas cifras se podrían ir dramatizando.