Ciudadanos ganaría rotundamente las elecciones generales, de celebrarse hoy. La formación de Albert Rivera lograría un buen 27,1% y se alejaría de los tradicionales grandes partidos, PP (23,2%) y PSOE (21,6%).
La gestión de la crisis catalana y la posición de voto útil que consiguió encabezar la líder regional, Inés Arrimadas, han sido fundamentales para este buen resultado. Lejos de los tres grandes partidos queda Podemos, con un 15,1% y al que los electores castigan por su posición ambigua ante la crisis territorial.
Con este resultado, Ciudadanos conseguiría disparar su perspectiva electoral después de haberse mantenido como cuarta fuerza política en el Congreso de los Diputados y con unos resultados alejados de los obtenidos por PP, PSOE y Podemos. Además, la formación naranja no consiguió representación en las elecciones autonómicas vascas y gallegas de 2016.
El desafío catalán ha ayudado al cambio del tradicional eje izquierda-derecha, lo que ha beneficiado especialmente a Ciudadanos, con un Congreso de los Diputados completamente escorado hacia la derecha. Sin embargo, los resultados son la foto fija de un momento puntual, crítico y específico que no tienen por qué replicarse en las próximas elecciones de 2019.
La formación naranja gana fuerza y consigue ganar en todos los núcleos urbanos y todas las franjas de edad o situación económica. Unos datos especialmente importantes a tan solo un año de las municipales y autonómicas, en las que Ciudadanos podría tener posibilidades de arañar alguna capital o conseguir mayor peso en Ejecutivos autonómicos.
Los resultados también obligarán a que Albert Rivera se posicione. Si pacta con el PP conseguiría un respaldo del 50,3% del electorado. Si lo hace con el PSOE, ganaría al 48,7%. Por tanto, los apoyos están muy igualados y obligarían a Ciudadanos a abandonar su perfil puramente centrista para decantarse por el centro-derecha o centro-izquierda.
Los resultados parten de una encuesta de Metroscopia realizada para el diario El País.
El PP y la cuestión catalana
Albert Rivera también consigue robar votos al resto de principales partidos, pero la formación más dañada es el Partido Popular, que se ha visto perjudicado tras pasar al grupo mixto en el Parlament
Los populares han hecho bandera tradicional del mantenimiento de la unidad de España. Sin embargo, Ciudadanos ha roto el techo de cristal de Vidal Quadras (que consiguió 25 diputados) y ha logrado convertirse en la primera fuerza política nacional en ganar en Cataluña.
La gestión del 1 de octubre o la tardanza en la respuesta al desafío están pasando factura a un Ejecutivo que ve cómo su imagen queda lastrada por los constantes escándalos de corrupción en Génova.
El PP no ha sabido contener al independentismo catalán y eso le está pasando factura a nivel nacional. Además, agrupaciones tradicionalmente vinculadas al partido, como FAES (o personalidades como Aznar), no ocultan sus simpatías hacia Albert Rivera.
En mitad de esta situación, el PP deberá trabajar si quiere recuperar de nuevo su posición como líder del centro derecha español.