Dolor o escozor al hacer pis, aumento de las ganas o presión en el vientre son algunos de los síntomas de la cistitis o infección de orina. Según datos publicados por la Asociación Española de Urología (AEU), entre el 50 y 60% de las mujeres premenopáusicas sufre alguna infección del tracto urinario, siendo cistitis en el 90% de los casos. En los hombres es mucho menos habitual.
La cistitis se asocia fundamentalmente al verano pero realmente se da y sucede durante todo el año. Por ello, es importante reconocer cuáles son sus síntomas. "El dolor de la parte baja del abdomen relacionado con la vejiga se ve influenciado con su llenado o vaciado; si, además, se acompaña de síntomas miccionales, fundamentalmente de llenado o escozor, nos debe hacer pensar en la probabilidad de que se trate de una cistitis", explica el Dr. José Emilio Hernández, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario General de Villalba, integrado en la red pública sanitaria de la Comunidad de Madrid.
Cómo tratar la infección de orina
Ante los primeros síntomas de cistitis se debe beber mucha agua y evitar tomar sustancias irritantes como café, té, alcohol, picantes o tabaco. En caso necesario se debe tomar un analgésico o un antiinflamatorio.
Si a pesar de estas medidas persisten los síntomas, debe realizarse un análisis de orina para identificar qué tipo de bacterias están provocando la infección. Es entonces cuando se debe comenzar un tratamiento de antibióticos pautado por el médico una vez haya visto los resultados.
Existen algunos hábitos que ayudan a prevenir las infecciones de orina como mantener una ingesta adecuada de líquidos, vaciar con frecuencia la vejiga y mantener una buena higiene.
"Es recomendable orinar tras las relaciones sexuales, evitar la ropa interior ajustada, así como la higiene intensiva del área genital, que puede alterar los mecanismos de defensa naturales", recomienda el Dr. José Emilio Hernández.
En cuanto a la higiene femenina, es importante destacar que la zona genital se debe limpiar desde delante hacia atrás para evitar arrastrar las bacterias desde el ano a la vagina y uretra.