Desde hace décadas, la música ha servido como fuente de inspiración para el cine, siendo muchas las obras que nos han traído (más allá del género musical per se) las adaptaciones cinematográficas de personajes ilustres a modo de biopic o que, por otro lado, han tenido la cultura de club y el mundo de la noche como una de sus características principales.
Títulos como 'Fiebre del sábado noche' o la mismísima 'Studio 54' ya dejaron claro que ahí había todo un filón a explotar, el cual empezó a hacerse un propio hueco dentro de la etiqueta de "cine musical" cuando en los noventa se empezaron a tener en cuenta las figuras del dj y la electrónica como aspectos de la cultura popular contemporánea que también merecían su cuota en pantalla.
Siendo el verano la etapa idónea para los festivales de música, y teniendo en nuestro país citas tan pioneras y que llevan estando a la vanguardia musical desde hace décadas como el Sónar, en el presente artículo seleccionamos diez películas en las que el techno, los beats, la farándula nocturna (y todos los vicios y virtudes que ella implica) y ese arquetipo actual de estrella en la que se han convertido los disc-jockeys, han servido para dibujar una línea que explora esa relación cada vez más fructífera entre el séptimo arte y la cultura de club.
1 'Bailar hasta morir'
La realizadora francesa Yolande Zauberman estrenaba en 1996 su cuarto largometraje en el festival de Toronto, el cual sería luego recibido en Europa tras su paso por la Berlinale (en España, su estreno fue en el festival de Valladolid).
Con el sutil nombre de 'Bailar hasta morir', Zauberman nos presenta a una joven veinteañera llamada Lola, genuinamente interpretada por Élodie Bouchez, quien tras quedarse dormida durante un trayecto en autobús, se despierta habiendo llegado a una zona de las afueras de París donde se está celebrando una rave. Ahí conocerá a Emir, un chico adicto a las drogas de quien se enamorará perdidamente, pasando a formar parte de un peligroso triángulo amoroso donde las adicciones, la pasión y los golpes de sonido se convertirán en una constante con todas las de la ley para acabar cayendo en una espiral sin retorno.
2 'Club Le Monde'
Antes de convertirse en una de las voces a tener en cuenta dentro del actual panorama del cine de género inglés, Simon Rumley dirigía en 2002 su tercera película, 'Club Le Monde'.
Con la acción teniendo lugar en una misma noche del Londres de 1993, la historia parte de la ruptura de Ali con su novio Mike, a quien acaba de pillar en la cama con otra mujer. Dispuesta a disfrutar de su recién estrenada soltería, Ali y su mejor amiga acudirán a uno de los clubs de moda, donde a modo de historias cruzadas iremos conociendo a algunas de las criaturas nocturnas que habitan el lugar: desde drags desubicadas a camellos, pasando por quienes no dejan de pisar los baños hasta el propio dueño del local. Todo ello al ritmo que marca el Dj residente y sin poder evitar el inesperado reencuentro de la joven y su ya ex novio.
3 'La leyenda del Dj Frankie Wilde'
Escrita y dirigida por Michael Dowse, en 2004 llegaba esta co-producción británico-canadiense en la que los amantes de la electrónica podían ver al mítico productor Pete Tong interpretándose a sí mismo.
'La leyenda del Dj Frankie Wilde' venía a ser una especie de hagiografía sobre la figura de un pinchadiscos (el Wilde el título) interpretado por Paul Kaye, cuyo nombre es encumbrado en todos los clubs del mundo y quien tiene un estatus de figura endiosada en Ibiza. De un día para otro, tendrá que luchar contra un trastorno auditivo que le deja sordo, provocando su personal caída a los infiernos con la intención de encontrarse a él mismo más allá de su figura clave de la música de baile.
4 'Berlin Calling'
El alemán Hannes Stöhr escribía y dirigía en 2008 un título que se convertía en todo un regalo para los fans más exigentes del techno, pues 'Berlin Calling' contaba como protagonista principal con Paul Kalkbrenner, el mítico dj y productor originario de Leipzig y convertido en toda una figura clave de la escena nocturna berlinesa (y del resto de Europa).
En ella, Kalkbrenner interpreta a una suerte de álter ego conocido como Dj Ickarus (uno de sus nombres artísticos real), quien tras una noche de excesos con las drogas en el trabajo, acabará ingresado en un centro psiquiátrico. Será durante su ingreso cuando siga trabajando en su siguiente disco, para el cual las productoras parecen haberle dado la espalda. Pero llegará el día en el que decida escaparse de su encierro y entregarse a los placeres de la noche en un fin de semana desenfrenado. Será entonces cuando el propio Ickarus se dé cuenta del problema que lleva arrastrando desde hace años. Todo ello, aderezado con la música del propio Kalkbrenner.
5 'Nitsa 94/96: el giro electrónico'
Podríamos estar ante el documental sobre música electrónica más importante de nuestra cinematografía, con el que Rich nos retrotrae a la Barcelona de mediados de los noventa para dejar claro que la ciudad condal fue clave en la explosión del techno y la cultura de club española.
Dándole la voz a estrellas consagradas como Jeff Mills, Angel Molina o Derrick May, a través de sus testimonios conoceremos el nacimiento y reinvención del Nitsa, el mítico club con pista giratoria que sirvió como cuna para Dj Sideral y toda la amalgama de vinculaciones artísticas que por ese lugar se vieron las caras.
6 'Under the Electric Sky'
Con una premiere mundial que tuvo lugar en Sundance, en 2014 Dan Cutforth y Jane Lipsitz ponían el punto de mira en la celebración de uno de los festivales más famosos de la Costa Oeste de Estados Unidos.
Kaskade fue el responsable de ponerle la música a un documental que seguía a los acólitos del Electric Daisy Carnival, que lleva celebrándose en Las Vegas desde 1991 y por el que han desfilado nombres de primera categoría como Dj Tiësto, Armin Van Bureen o Calvin Harris.
7 'Eden: Lost in music'
La figura real de su hermano y conocido dj francés Sven Løve, sirve para que la cineasta Mia Hansen-Løve ponga en imágenes una historia que fue clave en el circuito de festivales de cine independiente de 2014.
A través de un recorrido por el París de los primeros años noventa, la directora utiliza las vivencias de su familiar para contarnos no sólo su auge y comienzos en la escena de club parisina, pues también sirve como retrato de la explosión de la música garage francesa y todo el impacto que tuvo sobre la forma de entender la electrónica y la figura del discjockey.
8 'Amnesia'
Schroeder, responsable de uno de los psychothrillers de culto clave de los noventa como 'Mujer blanca soltera busca', presentaba en 2015 esta producción suiza que hacía referencia directa a la memoria y, cómo no, a uno de los emplazamientos míticos de la Isla Blanca.
Llevando la acción hasta la Ibiza de 1990, conoceremos a un joven berlinés llamado Jo que acaba de llegar a la isla con el fin de hacerse un hueco en la emergente vida nocturna del lugar, y quien entablará una estrecha relación con Martha, una solitaria mujer que vive frente al mar y que poco a poco irá revelando sus recuerdos y secretos ante el dj en potencia.
9 'We Are Your Friends'
Otra historia sobre un joven que quiere hacerse con un hueco en la escena nocturna como pinchadiscos es la de 'We Are Your Friends'.
Producida por Netflix y protagonizada por Zac Efron, en ella la antigua estrella infantil de Disney se convierte en Cole, un joven de 23 años que quiere triunfar en Hollywood como pinchadiscos. Para ello, el director Max Joseph se centrará en la búsqueda de una identidad por parte del protagonista, a quien no le faltarán referentes y maestros, uno de ellos con el rostro de Wes Bentley.
10 'XOXO'
Mucho mejor en su planteamiento que en su ejecución, 'XOXO' podría tener todos los elementos para llegar a convertirse en una especie de título generacional para aquellos jóvenes que hoy en día empiezan a podigarse por festivales de música.
Sin embargo, la producción de Netflix pasa a ser una inofensiva y colorida historia para adictos al sonido emergente de citas clave en la actualidad como Tomorrowland, donde el espíritu de rave queda relegado a un segundo lugar en pro de las necesidades de aquellos millennials enganchados a Instagram y el postureo.
