La octava temporada de 'The Walking Dead' ha llegado a su fin con el episodio "Ira", después de una larga travesía de 16 capítulos y con una novena temporada que inevitablemente se estrenará el próximo otoño. Rick, Maggie (su presencia en la próxima temporada está en el aire), Morgan (se marcha a 'Fear the Walking Dead') Michonne, Daryl, Carol, Negan y cía. llevan pidiendo o rezando bajar el telón hace un tiempo atrás, pero incluso, la audiencia empieza a mostrarclaros síntomas de agotamiento ya que la serie ha perdido la mitad de su audiencia este año. Para más inri sus fans más fieles también empiezan a darle la espalda a una ficción que ha devorado a guionistas y showrunners a lo largo de más de 100 episodios.
La serie creada por Robert Kirkman y Frank Darabont, que abandonó 'The Walking Dead' hace unos años atrás y actualmente en pleitos con AMC, reclama ya su muerte, aunque ya no quede ni gota de dignidad en ello. Ya no sirve prácticamente para nada villanos de la talla de El Gobernador o el desdibujado y "algo" maniqueo Negan. Los ataques de las hordas zombis ya no causaban tanta impresión como antaño y los problemas de los protagonistas dejaron de importar para muchos de los espectadores que seguían con pasión el devenir de los supervivientes del mayor apocalipsis zombi de la tierra.
Sin embargo, viendo que la cadena AMC quiere seguir estirando la gallina de los huevos de oro, aunque todo tiene un límite y para ello ya está más cerca que lejos, os enumeramos cinco de razones para que de una vez por todas cerréis las puertas a 'The Walking Dead'. Os prometemos que esta despedida no será nada dolorosa porque la serie ya no es lo que era.
1 Una estructura narrativa que ya saca de quicio a cualquiera
Si algo ha caracterizado el desgaste de 'The Walking Dead' es su maldita estructura narrativa tanto en episodios como en cada una de sus temporadas. La audiencia ha ido perdiendo la paciencia y las ganas con el paso de los años. Muchos han aguantado estas ocho temporadas, pero, dudo que la mitad regresen en la novena porque la serie ha perdido su capacidad de sorprender al espectador.
Su estructura narrativa se ha convertido en una trampa mortal además de en una pérdida absoluta de tiempo y en tomadura de pelo. Siempre caracterizada por un gran comienzo, un desierto en mitad de la temporada con la pérdida de atención por parte del espectador y un final espectacular con grandes artificios y clímax.
2 Negan nunca fue el villano que se esperaba
Negan, el badguy más esperado por todo el universo 'The Walking Dead' y, quizás, la última gran baza para levantar un poco la historia y la serie, ha sido en muchos aspectos y cualidades una auténtica estafa. No he tenido la oportunidad de leerme los cómics, pero, desde que llegó el villano en el último episodio de la sexta temporada la expectación fue máxima tanto para lectores y no lectores. Se intuía que él, Negan, era una de las grandes esperanzas.
Sin embargo, la séptima temporada y la octava no han hecho más que ratificar que Negan no es buen villano o, al menos, un badguy poco interesante y un tanto maniqueo. La gran expectación creada en torno al personaje se convirtió en una decepción ya que el antagonista no dejaba de ser un personaje demasiado plano y cuyo interés por él iba decayendo con el paso de los episodios. Lejos quedó El Gobernador, el villano más interesante y complejo hasta la fecha en 'The Walking Dead'.
3 Nula empatía con los nuevos personajes
Durante estas ocho temporadas 'The Walking Dead' ha ido perdido a sus protagonistas originarios. Varios de ellos, incluido los más interesantes, han dejado huella en una ficción que los echa mucho en falta porque el espectador se está quedando sin buenos referentes. Esto no vendría siendo un gran problema si las nuevas incorporaciones dieran la suficiente talla para llenar el hueco de los muertos en la batalla.
Los nuevos personajes que han ido apareciendo en estas últimas temporadas no han conseguido despertar empatía suficiente en la audiencia. La consecuencia principal es que a los espectadores no les importe prácticamente nada sus muertes, sus conflictos y no se animan ni siquiera a conocerlos. Claros ejemplos de esto son el padre Gabriel o Eugene, personajes que pasan sin pena ni gloria que, sin comprender muy bien cómo, siguen vivos en la serie después de tantos capítulos.
4 Una serie que perdió la poca complejidad que tenía
La serie, en un principio, se convirtió en un fabuloso entretenimiento de zombis con muy buena dinámica y acción; de hecho, aunque 'The Walking Dead' nunca fue excesivamente compleja si que construía ciertos conflictos éticos y morales muy interesantes. Además, también se establecieron atrayentes relaciones interpersonales entre los personajes que iban creciendo alrededor de la más voraz supervivencia.
Si al problema de la identificación con las nuevas historias y personajes le sumamos que estos conflictos sociales, éticos y morales que eran sumamente interesantes hace muchos capítulos que se dejaron atrás, convierten a 'The Walking Dead' en una serie insulta y carente de complejidad e importancia para su audiencia.
5 'The Walking Dead' se ha convertido en un muerto viviente
Los ataques de zombis dejaron de ser suficiente para sostener 'The Walking Dead' o, quizás, el boom de las historias de los muertos vivientes está ya en su final. Sin embargo, la historia de la serie se ha convertido en un quiero y no puedo, en un mar de promesas incumplidas o en un constantecoitus interruptus. La excesivas y cansinas diatribas carentes de valor e interés pueblan una serie que lleva sin gasolina desde hace muchos capítulos. Sin contar las tramas secundarias que son la nada y los excesivos deus ex machina.
A día de hoy, 'The Walking Dead', se ha convertido en un muerto viviente, valga la redundancia. Solo hace falta alguien que con la honestidad suficiente machaque de una vez por todas su cabeza dándole un final digno a una serie que, hace tiempo, logró revolucionar la pequeña pantalla.
