El Hospital Gregorio Marañón de Madrid ha detectado cinco casos de pacientes, que, según varios indicios, habrían contraído hepatitis C tras haberse sometido todos a un TAC con contraste en la misma sala y día, el 11 de mayo de este año. Sin embargo, no fue hasta tres meses después, el periodo de incubación típico, cuando la enfermedad se manifestó en dos de los afectados.
Las coincidencias se descubrieron al acotejar el historial médico de los dos primeros enfermos y se comprobó que ambos se habían realizado un TAC el mismo día y en la misma sala meses atrás. A partir de ahí, en el mes de agosto, se notificaron los hechos al sistema de vigilancia epidemiológica, que abrió una investigación "exhaustiva"para determinar el nexo común de los contagios, lo que desembocó en el descubrimiento de tres enfermos más.
Aún queda pendiente de aclarar cómo contrajeron exactamente la enfermedad. La hepatitis C solo se transmite por la sangre o por relaciones sexuales (si hay sangre de por medio), por lo que acota las hipótesis abiertas. Que fuera por una aguja infectada es la más probable, sin embargo también cabe la posibilidad de que uno de los implicados ya portara la enfermedad sin saberlo o que se deba a un simple error humano.
La respuesta de Sanidad
El Ministerio dio ayer información sobre la problemática a través de un comunicado. Sostienen que todos los infectados han sido informados de su situación y "están en tratamiento, estables y evolucionan de manera favorable". Se les aplican los antivirales más modernos con una eficacia del 98% de probabilidades de eliminar el virus del organismo. Por su parte, el Servicio Madrileño de Salud, les ha hecho saber sus derechos para que presenten una reclamación si lo consideran oportuno.
El Defensor del Paciente denunciará el caso ante la Fiscalía, con el objetivo de determinar cual fue el origen y determinar la certeza de que no existen más contagiados, algo que preocupa al organismo: "No sabemos si alguno de ellos contagió a otras personas; mañana mismo [hoy] lo llevaremos a la Fiscalía", cuentan al diario ABC.
Otra negligencia en el Gregorio Marañón
El problema actual hace recordar a otro episodio de negligencia grave en el Gregorio Marañón, ocurrido en 2009. Ese año, en el que la pandemia de gripe A se encontraba en pleno apogeo, una mujer se convertía en la primera víctima de la enfermedad. Su hijo, también hospitalizado por la misma patología, murió por un grave error de una enfermera.
El pequeño recibió alimento intravenoso por la vía equivocada, lo que le provocó una embolia y posteriormente la muerte. La enfermera responsable fue sentenciada a seis meses de cárcel, pues finalmente se comprobó que el hecho fue fruto de un "inexcusable descuido".