Los madrileños y madrileñas que quieran disfrutar de la experiencia japonesa y celebrar el tradicional Hanami no tienen por qué salir de la ciudad. La capital española cuenta con cinco lugares maravillosos para contemplar esta atracción única que en los meses de febrero y marzo crea unos paisajes dignos de cuento.
1 La Quinta de los Molinos
Como si de un oásis en el interior de Madrid se tratase, esta antigua finca convertida ahora en un parque público, es uno de los rincones más bonitos para vivir este fenómeno de la naturaleza y una de las formas más claras de admirar la floración de los árboles. Aunque se encuentra situado al final de una de las calles más conocidas de la capital, la calle Alcalá, la Quinta de los Molinos no es un lugar conocido por muchos habitantes.
Los protagonistas son los incontables almendros de flor que se pueden encontrar en el parque, aunque no son el único motivo de atracción para turistas y madrileños. También cuenta con olivos, pinos, eucaliptos, un pequeño estanque y los dos molinos que dan nombre al parque.
2 El Jardín Botánico
En esta preciosa etapa también es posible disfrutar del famoso Jardín Botánico, uno de los lugares más admirados por madrileños y turistas de la capital. Los almendros se encuentran situados detrás del ala sur del Pabellón Villanueva. Además, se pueden observar distintas especies de arbustos, árboles y flores exóticas. Permanece abierto desde las 10:00h de la mañana de lunes a domingo.
3 Huerto del Francés
El reconocido parque del Retiro tiene una extensión de más de 125 hectáreas en las que se sitúan en torno a 15.000 árboles. Sin embargo, hay un espacio que, durante los meses de febrero y marzo, es protagonista de uno de los momentos más exquisitos de la estación primaveral. Es el huerto del Francés, llamado así por las tropas napoleónicas y que cuenta con más de 300 ejemplares de almendros.
4 El Parque Juan Carlos I
Mucha gente no sabe que no es necesario trasladarse al Valle del Jerte ni a Tokio para disfrutar de los privilegios de la naturaleza: el Parque Juan Carlos I, situado en el barrio de Corralejos, ofrece una preciosa floración de los cerezos durante la primavera. Todo es gracias a los casi 300 cerezos de la variedad Shakura. Un espectáculo hipnótico que Rosalía no querría perderse.
5 Parque Avenida de Portugal
Si nos trasladamos a la riviera del río Manzanares, la avenida de Portugal cuenta con un parque que permite admirar otro espectáculo a lo japonés. En este lugar se plantaron cerca de 700 cerezos del Valle del Jerte, con árboles de cuatro especies distintas que hacían extenderse más en el tiempo la frase de floración.