Eurodrama. Dícese de la situación problemática en torno a la delegación española en el Festival de Eurovisión que lleva a la queja, la preocupación y la decepción en el eurofan español. Por desgracia, esta sensación suele repetirse año tras año, gracias al binomio formado por una masa de fans que lleva cincuenta años sin ganar el festival y una delegación, la de TVE, que siempre tiene algún problema cuando llega a la ciudad donde se celebra Eurovisión.
Este año los problemas con la empresa encargada de los fuegos artificiales de la puesta en escena de 'Tu Canción' han sido los protagonistas. Un mal acuerdo en lo que debían entregar acabó con que el resultado no gustara, y se pasara de tener fuegos de artificio a arreglarlo con las luces del escenario, dando como resultado una puesta en escena que no convenció en Europa y que hizo pasar a España de rozar el top-10 a coquetear con la posición veinte en las apuestas.
Sin embargo, esto solo es la punta del iceberg. Por ello, hoy te repasamos cinco eurodramas que seguro que recordarás. Te vendrán bien para comentarlos con tus amigos viendo la final. ¡Vamos con ello!
1 Los zapatos de Remedios Amaya
En 1983, España decidía llevar su toque más nacional a Eurovisión. En Münich, Remedios Amaya traía 'Quién maneja mi barca', una apuesta desenfadada por nuestra música más folclórica, que acababa en desastre total: sin sumar ningún punto. Sin embargo, el recuerdo quedó en los pies de Remedios, la que como si la barca le hubiera dejado en la playa, estaban descalzos.
Todo se debía a que TVE tenía preparado un traje firmado por Tony Benítez para la cantante de copla. Sin embargo al llegar a Alemania, el traje era del mismo color que el escenario. Buscando por las calles bávaras, finalmente le encontraron un vestido acorde a la actuación de Amaya, bien marinero, pero para el cual no tenían zapatos a juego. Así, ni corta ni perezosa, descalza salía la intérprete al escenario, cuajando una actuación maravillosa que inició un recuerdo más que apreciado por el mundo eurofan español.
2 El vestido de Lydia
1999, Jerusalén. El festival llegaba a Israel tras la mediática victoria de Dana International el año anterior en tierras inglesas. En pleno auge de la defensa de los derechos trans gracias a la victoria hebrea, España manda a Eurovisión a la joven Lydia con su canción 'No quiero escuchar'.
Lo que era una canción juvenil y con toques urbanos, decidieron aderezarlo con un traje de Agatha Ruíz de la Prada, en ese momento en pleno auge en España, compuesto por la bandera arcoiris. El vestido no podía ser más desacertado: Lydia acabó última con cero puntos y se llevó el famoso premio Bárbara Dex, a la peor vestida del certamen.
Las malas lenguas incluso comentan que la intérprete no pudo ver el traje hasta subirse al escenario el día de la final, por miedo de que se echara atrás y no se lo pusiera.
3 La puesta en escena de Barei que no pudo ser
Nos vamos a una edición más reciente: Estocolmo 2016. En este año, España apostaba por primera vez en su historia por una canción íntegramente en inglés y Barei presentaba 'Say Yay'. Con una canción movida y atractiva, España coqueteó hasta con el top-5 en las apuestas. Sin embargo, en el momento de la verdad, en las votaciones, la candidatura española acababa en vigésimo segunda plaza.
¿Pudo ser por la escenografía? Como muy a menudo ocurre, lo pensado por la organización española no se reflejó en el escenario, y todo por un famoso PDF. La propia Barei reconocía un año después que llegó a 'amenazar con irse' del festival por el poco caso que le hacían a sus propuestas, llegando a no conocer siquiera quien era el realizador del evento. Lo que en inicio era un show con mucha luz, dejó a las coristas a oscuras en el escenario, y la intérprete acabó explotando. Esto sí que es un eurodrama.
4 Massiel no dijo eso
1968. Royal Albert Hall de Londres. Massiel vencía Eurovisión con el 'La,La,La', una canción que le llega a sus manos a veinte días escasos del festival, y que acepta tras la negativa de Joan Manuel Serrat a representar a TVE por no poder cantar en catalán. La 'Tanqueta de Leganitos' hace historia, y se convierte en la primera vencedora española del festival, y un icono de la España de la dictadura franquista.
Llegando a ser comparada con Agustina de Aragón, en palabras de la ínterprete, Massiel se pasó a posteriori varios años vetada de la televisión pública. Todo, por unas declaraciones ofrecidas en prensa y televisión, donde se indicaba que la madrileña había brindado el premio al Generalísimo.
Ella no tardó nada en desmentirlo, e incluso negarse a cualquier comitiva oficial con el dictador, de manera que desde ese momento, Massiel era símbolo, pero no aparecía ni por radio ni televisión pública ni por asomo. De hecho, ella misma siempre reconoció que Eurovisión no le hizo ningún bien, ya que en el momento de la llamada estaba a punto de explotar su carrera por las américas.
5 España le quita el título a Betty Misiego
Que en 63 años de historia, solo hayamos ganado Eurovisión en dos ocasiones, es un dato cuanto menos decepcionante. Eso no quita que en muchas ocasiones hayamos rozado la victoria. Una de las más propensas al drama sucedió en 1979 en Jerusalén.
Y es que imaginen encontrarse a la cabeza durante todas las votaciones y que, en el último turno, España decida regalar doce puntos al rival que termina por quitarle la victoria. Así sucedió con Betty Misiego, y los doce puntos que España otorgaba a Israel para que revalidaran los locales victoria.
Desde ese momento, se desató el Eurodrama. Y es que medio país decía que tras la victoria de 1968, TVE no quería volver a albergar el festival, y de ahí esos doce puntos. Con el paso de los años se supo y bien que todo eran conjeturas, y que los doce puntos estaban decididos en Prado del Rey desde el día antes. Pero la pena no nos la quitaba nadie.