El asesino confeso de Diana Quer, José Enrique Abuín, cuenta con un perfil reincidente. Los investigadores le relacionan con la violación a su cuñada en 2005, con el asesinato de Diana Quer y con el reciente intento de secuestro y agresión sexual en Boiro que le llevó a prisión.
Según fuentes de la investigación, resulta inverosímil considerar que el acusado no haya reincidido durante el período de 2005 a 2016 y le señalan como posible responsable de la desaparición de, al menos, cinco personas en Galicia.
Los forenses le atribuyen, por tanto, un perfil reincidente, incapaz de controlar sus impulsos, a pesar de que sabe identificar una conducta reprobable (recuerden el 'No tengo perdón de Dios' al salir de la comisaría).
En mitad de esas investigaciones, los expertos señalan que el perfil de 'El Chicle' no se reduce a mujeres con el mismo aspecto de Diana Quer. Desde SOSDesaparecidos, el criminólogo Javier López asegura en declaraciones a La Razón que hay constancia de su 'modus operandi' puede variar, pero no así su firma.
Por ello, dentro de las investigaciones sin concluir, la Policía ha centrado sus pesquisas en otros cinco asesinatos que, por el momento, no han sido resueltos. Las extrañas circunstancias en las que se produjeron los ataques y la cercanía geográfica apuntan al asesino confeso de Diana Quer, aunque hay que demostrarlo.
Las posibles víctimas
Los cinco casos señalados se centran en La Coruña, Orense y Vigo. El primero corresponde a Elena Calzadilla, asesinada en diciembre de 2005 en Vigo. Los investigadores apuntaron en un primer momento a su marido y otros familiares, pero no hubo pruebas concluyentes y el caso finalmente se archivó. Da la coincidencia de que este asesinato sucedió el mismo año en el que 'El Chicle' violó a su cuñada.
Cinco años después, en agosto de 2010, se produjo la desaparición de Sonia Iglesias, de 37 años, en un caso que jamás se resolvió. La mujer desapareció cuando bajó un momento de su coche mientras se dirigía a una tienda de calzados. La Policía apuntó en un primer momento a su autoría, pero jamás se demostró su implicación y la causa se archivó cinco años después.
En mayo de 2015 (un mes después del archivo de la anterior causa) se produjo el asesinato de Socorro Pérez, de 43 años. Tras salir a correr desapareció y hallaron su cuerpo 36 días después con la cabeza aplastada. A pesar del intenso trabajo de los investigadores, no hubo ningún sospechoso relacionado.
En mitad de los dos último casos, también se señala el asesinato de Elisa Abruñedo, de 46 años y desaparecida en agosto de 2013 en un pueblo de La Coruña. Su cuerpo apareció al día siguiente. La habían violado y acuchillado, unos hechos que recuerdan, en parte, a Boiro, Quer o la propia cuñada de Abuín. Las muestras de ADN recogidas en el lugar del crimen no concordaron con ninguno de los señalados por los agentes, por lo que el caso se archivó.
El último y que cuenta con menos posibilidades según las pesquisas de los investigadores, está relacionado con Manuela Lorenzo, una mujer de 70 años desaparecida también en Boiro y de quien no se ha tenido rastro desde julio de 2015. En SOSDesaparecidos se pide, sin embargo, que se abra de nuevo el caso para considerar si hay relación con 'El Chicle'.
Impune y reincidente
Si se confirman todos estos casos, se podría considerar que 'El Chicle' cuenta con un perfil psicópata, interesado en cometer asesinatos por placer. A ello, se uniría la sensación de impunidad relacionada con el desarrollo de sus actos durante los últimos años.
Es precisamente esa sensación de impunidad y superioridad la que caracteriza al psicópata. A ello, se une un perfil incapaz de controlar sus impulsos sexuales. Una mezcla explosiva y que cuenta con pocas posibilidades de rehabilitación.
Las peticiones de prisión permanente revisable podrían, en este caso, prosperar. La posibildad de que Abuín pueda reincidir en cuanto sea liberado es extremadamente alta. Mientras tanto, su defensa intenta acreditar que el acusado no era consciente de sus actos. Del informe psicológico y del desarrollo de las investigaciones, dependerá la pena que, finalmente, decretará el juez.