Cristina Cifuentes acaba de renunciar al acta de diputada en la Asamblea de Madrid y por tanto no volverá al parlamento autonómico ya que deja la política. De esta manera es la tercera renuncia de la líder del PP madrileño en el útimo mes ya que el pasado 25 de abril dimitió como presidenta de la Comunidad de Madrid para dos días después abandonar la presidencia del PP madrileño. De esta manera Cifuentes deja el escaño que ocupó por primera vez en 1991.
La renuncia de Cifuentes se ha conocido alrededor de las 10:30 de la mañana a través de un comunicado que ella misma ha enviado a la Asamblea de Madrid. Por lo tanto, tampoco participará en el acto de investidura del que será su sucesor en el cargo, Ángel Garrido.
El entorno de Cifuentes asegura que ha sido una decisión meditada por la propia política y que el partido no le ha presionado para que dé el paso. La decisión sorprende no sólo porque la expresidenta comunicó a la Asamblea de Madrid su intención de continuar como diputada de forma exclusiva, sino también porque con la renuncia, Cifuentes no dispone del aforamiento que la protegería en caso de que fuese condenada por la Justicia por la falsificación de su máster en la Universidad Rey Juan Carlos. Pero la presión mediática y la que sufre dentro de su propio partido, llevan a la que fuese considerada como uno de los pesos pesados del PP, a abandonar su carrera política definitivamente.
Su trabajo como funcionaria
El Confidencial asegura que Garrido no conocía la decision que había tomado su exjefa cuando se presentó ante los medios este pasado lunes 7 de mayo tras ser elegido por el PP como candidato a hacerse con la presidencia de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, en su intervención recordó a Cifuentes al hablar de su labor como presidenta de la región calificándola como "francamente buena". Además, afirmó que "en ningún caso sería un lastre" si esta mantuviese su escaño en el parlamento madrileño. Sin embargo, varios compañeros de partido esperaban que también renunciase a ser diputada ya que pensaban que podría hacer daño a la imagen del PP.
Lo que Cifuentes busca es limpiar su nombre antes de volver a trabajar como funcionaria de la Universidad Complutense de Madrid, en donde trabajaba bajo régimen de servicios especiales en la Escala Técnica de Gestión. Por eso espera que la investigación judicial sobre su máster le dé la razón y sentencie que no cometió ninguna irregularidad. La ley establece que una vez la persona ya no ocupe un cargo público puede solicitar el reingreso a su puesto en el plazo de un mes, pero si no lo hace entraría en un periodo de excedencia voluntaria por "interés particular".
