La crisis del coronavirus ha fortalecido las cuentas de los supermercados DIA, que enfrentaban una seria crisis que ponía en duda su supervivencia. Los clientes han vuelto a sus lineales, sobre todo, por el gran reparto territorial de sus supermercados, una ventaja en tiempos de confinamiento; así como las alianzas con Glovo para agilizar la compra online.
Ese repunte de ventas se ha transformado en lo que la firma necesitaba para emprender sus reformas: liquidez. El inversor ruso, Mijail Fridman, quiere aprovechar la coyuntura interna actual para adelantar el plan de sostenibilidad de la empresa y, con ello, confiar en ganar nuevos clientes ante la crisis económica que se avecina.
El primer punto de ese plan parece contradictorio: se trata del cierre de tiendas. Sí, DIA quiere romper acuerdos con algunos franquiciados que, por el aspecto de sus tiendas, estaban dañando la imagen de la marca, esa de 'cutre' que se ha ganado en parte de los consumidores.
Pero no todo serán cierres. En el tercer trimestre de 2019, DIA contaba con 1.794 tiendas más de la mitad del total de la red. Su intención, ahora, es que parte de ellas pasen a formar parte de la propiedad de la matriz, es decir, adquirir los inmuebles y gestionarlos directamente sin intermediarios. La nueva dirección quiere tener mano directa sobre todo lo que sucede bajo el cartel de la enseña.
La otra pata de ese plan se encuentra en el surtido, que se reforma para parecerse más a Hacendado... que a la imagen tradicional de DIA. La firma se encuentra en plena renovación de los productos que vende en sus tiendas, uno de los principales problemas de su crisis, puesto que no se encontraba en la media del mercado en cuanto a su naturaleza o calidad.
Esa renovación se está llevando con ciertos problemas, puesto que ha generado cierta falta de stock en los supermercados, una problemática que se une al contexto actual del coronavirus. Por ello, también se prevén reformas en cuanto a la logística se refiere.
Hay serias intenciones de ganar nueva clientela. Por ello, se van a introducir también más productos frescos y eliminar algunas referencias que han perdido atractivo entre los consumidores, con un resultado neto que será inferior al actual. Es decir, se venderá menos variedad, pero con productos con mayor demanda entre el comprador de la actualidad.
La reforma de toda la directiva de DIA también se materializará en la reforma de sus tiendas a pie de calle. El objetivo es generar una nueva propuesta de valor comercial, siguiendo las líneas básicas de los dos modelos que realmente funcionan: Dia & Go y La Plaza.
Especial atención a la venta online
Junto a todos estos movimientos, DIA también quiere profundizar en la versatilidad con la que ha llegado a acuerdos con otras empresas que venden sus productos en internet.
Además del canal propio de la firma, también se encuentran los acuerdos con Amazon y Glovo. Este último, por cierto, ha sido recientemente incorporado también por Carrefour.
Con ello, se abaratan los costes de entrega de la compra y, además, se agilizan las entregas. La compra online se encuentra en pleno auge y se espera que despunte con el consumidor que surja tras la pandemia. Aquellos que se muevan con rapidez ahora, disfrutarán de los beneficios en el futuro y, en este sentido, el inversor ruso ha sido hábil para reposicionar la empresa en un nicho con grandes perspectivas de crecimiento.