Polémica ante el cierre de un supermercado de Mercadona. Los vecinos e incluso el Ayuntamiento están completamente en contra y se han anunciado movilizaciones para que Juan Roig mantenga este establecimiento con la persiana subida.
Se trata del establecimiento situado en la calle Asdrúbal de Puertollano (Ciudad Real), que ha llevado al Ayuntamiento de Mestanza (localidad cercana) y a los vecinos de la ciudad a movilizarse ante su "inminente cierre".
Los vecinos denuncian que el cierre del establecimiento puede generar un grave problema porque "surte a la barriada sur de la ciudad, así como a todos los pueblos de la comarca del Valle Acudía", entre los que se encuentran Mestanza, El Hoyo, Solanilla del Tamaral, Hinojosas, Solana del Pino, Cabezarrubias o Brazatortas, como publica La Comarca de Puertollano.
El Ayuntamiento de Mestanza apoya la iniciativa, ya que considera que el cierre "supondría un gran inconveniente tanto para los vecinos de la zona en la que se encuentra dicho supermercado como para la comarca, ya que para comprar habría que cruzar Puertollano".
Con motivo de estas movilizaciones, se preparan movilizaciones que incluirán la distribución de hojas de recogidas de firmas que se extenderán en el Ayuntamiento y en establecimientos y bares de la localidad, para que los vecinos puedan protestar contra el cierre del supermercado.
No es la primera vez
Esta no es la primera ocasión en que ocurre un suceso de estas características. En mayo de 2022, los vecinos del barrio de Begoña (Madrid) organizaron una manifestación contra el cierre de otro supermercado del que Mercadona justificaba que "no cumplía con los estándares necesarios".
La Asociación Vecinal de Begoña denunciaba entonces que los comercios del barrio se vieron obligados hace seis años a bajar la persiana por la llegada de este supermercado, así como el mercado municipal, donde se instaló, y que su cierre suponía dejar sin servicios a la zona.
Los planes de Mercadona entonces era trasladar el establecimiento a otra zona, que desde las asociaciones denunciaban que estaba muy lejos de las viviendas, sobre todo para personas de mayor edad y con problemas de movilidad reducida.
El barrio donde se ubicaba cuenta con alrededor de 7.000 habitantes y está situado en una especie de isla, rodeada por vías de tren, la carretera de Colmenar Viejo y otra que llega hasta Fuencarral. Finalmente, el establecimiento, situado en la calle Ángel Múgica, 2, fue clausurado y reabierto bajo la enseña DIA.