Un grupo de científicos chinos ha descubierto el peligro potencial que representa NeoCoV. Se trata del coronavirus de murciélago más cercano al letal coronavirus MERS y que utiliza de manera eficiente la enzima que emplea el SARS-CoV-2 para propagarse en las células humanas.
El MERS fue el segundo coronavirus que ha provocado brotes infecciosos en humanos a lo largo del siglo. Apareció en Oriente Próximo y causó 155 infecciones y 66 muertes entre los años 2012 y 2014, con una letalidad muy superior al SARS-CoV-2,
De hecho, su letalidad se situaba alrededor del 35% frente al coronavirus actual, que ronda el 1% sin tener en cuenta el factor de las vacunas. Sin embargo, su capacidad de transmisión también era menos eficiente que el SARS-CoV-.2. El MERS desapareció cuando ya se estaban ensayando en los laboratorios las primeras vacunas contra la enfermedad, un trabajo previo que ahora ha contribuido al desarrollo de las actuales vacunas de ARN.
La investigación actual, publicada en BioRxiv, que recoge trabajos científicos preliminares, cuenta con la colaboración el laboratorio virológico de Wuhan, que ha tenido un papel destacado y también polémico durante el origen de la pandemia. De hecho, algunas investigaciones intentan aclarar si el actual coronavirus surgió como consecuencia de un error humano, en concreto, un escape accidental de este laboratorio.
El coronavirus del MERS utiliza un receptor celular diferente al actual SARS-CoV-2. Se trata del DPP4 (dipeptidil peptidasa-4. Los científicos chinos han descubierto "inesperadamente" que el receptor del coronavirus NeoCoV, el más parecido al MERS, puede usar "de manera eficiente" otro receptor, la enzima convertidor de angiotensina 2 o ACE 2. Los ejemplares de murciélago infectados con este virus procedían de Sudáfrica.
A través del ACE2, el virus puede entrar en las células de los murciélagos y, de manera menos eficiente, también en las células humanas. Se trata del receptor de entrada que también emplea actualmente el actual coronavirus, origen de la pandemia iniciada en 2020.
Alta letalidad
El artículo publicado en BioRxiv explica: "Nuestro estudio muestra el primer caso de uso de ACE2 en un virus de tipo MERS y alerta sobre la amenaza biológica potencial que supondría la aparición de un MERS-CoV-2 tanto por su alta letalidad como por su elevada tasa de transmisión".
Ante este aviso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado: "Son necesarias más investigaciones para valorar si el virus detectado en el estudio supondrá un riesgo para los humanos". La OMS está trabajando "conjuntamente" con otras organizaciones medioambientales y de salud animal "para monitorizar y responder a la amenaza de virus emergentes de origen zoonótico", en relación a aquellos procedentes de animales.
Cabe recordar que el orgien de la mayoría de los coronavirus que infectan a humanos se suele encontrar en los murciélagos, que constituyen el mayor repertorio de coronavirus que infectan a mamíferos. "Los animales y, en especial, los animales salvajes, son el origen del 75% de las enfermedades contagiosas emergentes en humanos, muchas de ellas causadas por nuevos coronavirus", señala la OMS.
Este tipo de patógenos tienen una alta capacidad para re combinarse y saltar entre especies. En las últimas dos décadas se han producido tres grandes saltos hacia humanos: el SARS-CoV-en 2002, el MERS en 2021 y el SARS-CoV-2 en 2019.
El NeoCoV es el pariente más cercano al MERS que infectó a humanos. Se trata de un tipo de virus que pertenecen al linaje C del género Beta (Merbecovirus) y representan un alto riesgo porque su letalidad ronda el 35%. "Aunque el NeoCoV no puede utilizar de manera eficiente el receptor ACE2 de los humanos con sus actuales secuencias genéticas", señalan los investigadores chinos, "los eventos de transferencia de este tipo de virus deben monitorizarse en detalle por su potencial salto a humanos si su evolución genética mejora su capacidad de contagio".