Los investigadores del Imperial College de Londres afirmaron haber descubierto una nueva proteína con la que se podrían inmunizar todos los tipos de cánceres. Esta proteína sobrecarga el sistema inmunitario, provocando que pueda enfrentarse al cáncer o a los virus con mayor efectividad.
La nueva proteína recibe el nombre de LEM (en inglés, lymhocyte expansiona molecule; es decir, molécula de expansión de linfocitos). Uno de los autores del estudio publicado en Science, Philip Ahston-Rickardt, alegó que "puede ser un gran punto de inflexión". Los investigadores dieron con esta proteína en 2015, y supusieron que podrían empezar a elaborar este método tres años después (es decir, en 2018). Sin embargo, para llevarlo a cabo ha de desarrollarse una terapia genética basada en la producción de dicha proteína, ya que ni siquiera se sabía que existía.
Además, la LEM no solo produce más linfocitos T, sino que favorece la creación de células de memoria inmunitaria que se encargan de que una infección o enfermedad no vuelvan a aparecer, atacándola rápidamente en cuanto la detectan.
El descubrimiento fue improvisado, ya que los investigadores dieron con esta molécula mientras indagaban con ratones algunas mutaciones genéticas. Una de ellas provocaba que los animales produjesen diez veces más células T, haciéndolas resistentes al cáncer y otras infecciones. El descubrimiento de esta proteína LEM fue el primer paso y la pista para que los investigadores se centren en una terapia genética basada en la producción de linfocitos T, algo que sería más efectivo y menos devastador que las conocidas quimio y radioterapia.
A la espera del desarrollo de las investigaciones
"Se necesita más investigación en animales antes de que los experimentos con humanos puedan empezar, pero hay un gran potencial para un nuevo tipo de tratamiento que capitalice la habilidad innata del sistema inmunitario de detectar y eliminar las células anormales", explicó Mike Turner, Director de Infecciones e Inmunobiología de The Wellcome Trust, una ONG fundada en 1936 que se dedica a la investigación científica.
Imperial Innovations, la compañía que pertenece a Imperial College, rellenó dos patentes y fundó una empresa con el nombre de ImmunarT, para empezar a comenzar dicha tecnología, aunque se desconoce cuando se llevará a cabo. Además, este hallazgo ayudará a entender mejor los mecanismos de diversas enfermedades como las inflamaciones crónicas, la arteriosclerosis o la artritis reumatoide.