La revista Science ha publicado un estudio en el que los geofísicos Jessica Irving y Wenbo Wu, de la Universidad de Princeton, han anunciado un descubrimiento que podría revolucionar todo lo que conocemos sobre el planeta.
El trabajo de ambos expertos ha servido para localizar, a 660 kilómetros de profundidad, una nueva capa en colaboración con Sidao Ni, del Instituto de Geodesia y Geofísica de China. Para ello han empleado las ondas sísmicas de un gran terremoto en Bolivia, en un hallazgo que ha sorprendido a todos por el parecido con la corteza terrestre que todos conocemos.
Se trata, por tanto, de una cadena montañosa muy similar a las que podemos encontrar en la superficie del globo terráqueo. Esta capa se encuentra en el límite que separa el manto superior del inferior. A falta de más pruebas y de cerciorarse de todo lo que estos han visto, de momento la 'cadena montañosa' recibe el nombre de "límite de los 660 kilómetros". No es lo más original del universo. Pero por algo se empieza.
La potencia sísima, clave
"Si quieres sacudir todo el planeta, necesitas un terremoto grande y profundo", decía Jessica Irving, explicando el método por el cual se ha conseguido ver este fenómento en el interior de la tierra. Y es que para ello, utilizaron las ondas más potentes que existen, las ondas sísmicas que generan los terremotos masivos.
Los terremotos más profundos, continúa Irving, "en lugar de desperdiciar toda esa energía en la corteza, pueden hacer que todo el manto siga funcionando", dice. Además, Irving sigue explicando que las mejores informaciones se obtienen cuando las magnitudes de los seísmos son de una escala de 7 o superior.
"Los terremotos tan grandes no aparecen muy a menudo y ahora tenemos la suerte de tener muchos más sismógrafos que hace 20 años. Entre esos instrumentos y los recursos computacionales, la sismología es hoy un campo totalmente diferente a como era hace dos décadas", ha añadido la geóloga. Wu también explica todo el hallazgo afirmando que los datos conseguidos son vitales: "Nuestros hallazgos proporcionan datos concretos sobre esta cuestión".
Para concluir, Irving habla de la importancia de este tipo de descubrimientos de cara al futuro de la ciencia y la geología: "Lo que resulta emocionante de estos resultados es que nos brindan nueva información para comprender el destino de las antiguas placas tectónicas que han descendido al manto, y dónde el material del manto antiguo aún podría residir. La sismología se hace más emocionante cuando nos permite comprender mejor el interior de nuestro planeta, tanto en el espacio como en el tiempo". Un nuevo hallazgo que ha sorprendido a muchos expertos.