Un equipo científico de la Academia China de Ciencias ha conseguido que dos ratones hembra tengan crías sanas a través de la edición de genes y células madres. Los resultados fueron publicados en la revista Cell Stem Cell, donde consta que ambas hembras dieron a luz a 29 ratones que crecieron y fueron capaces de reproducirse de forma normal.
En experimentos anteriores, los mismos investigadores ya habían conseguido que dos ratones macho tuvieran descendencia. Sin embargo, las crías apenas sobrevivieron un par de días.
No hay intención próxima de aplicar la técnica en humanos, pero este logro abre una puerta hacia la superación de las barreras biológicas de la reproducción mediante técnicas científicas. "Considerar la posibilidad de explorar una tecnología similar para aplicaciones humanas en un futuro próximo es inverosímil", ha asegurado Dusko Ilic, especialista en células madre del King's College London a la agencia SMC. "El riesgo de anomalías severas es demasiado alto, y llevará muchos años de investigación con distintos animales para saber cómo se podría hacer con seguridad".
Mientras que muchas especies como los reptiles, anfibios y peces, pueden reproducirse sin una pareja macho-hembra, en el caso de los mamíferos la cosa se complica, pues solo pueden reproducirse de manera sexual. Por lo tanto, para el experimento se desarrolló un complejo proceso de manipulación genética con el que se eliminaron las anomalías generadas en la reproducción mediante dos individuos del mismo sexo.
El proceso genético
Para alcanzar el éxito en el experimento, un equipo de científicos con Qi Zhou a la cabeza utilizó células madre embrionarias haploides (ESC), que contienen la mitad del número normal de cromosomas y ADN de un solo padre. Usando técnicas de edición de genes, los científicos eliminaron tres regiones de impronta del genoma de las ESC haploides que contenían el ADN de una madre y las inyectaron en huevos de otra hembra. Finalmente nacieron 29 ratones vivos de 210 embriones.
En cambio, los ratones producidos a partir del material genético de dos machos apenas sobrevivieron dos días. No obstante, los investigadores tienen en mente estudiar por qué la versión masculina del mismo experimento no ha tenido todavía resultado.