Se ha sometido a examen a un total de dos mil personas procedentes del País Vasco, tanto de la actualidad como de la antigüedad, para apoyar o refutar una hipótesis: los vascos tienen su propia singularidad genética. En España hay diferentes nacionalismos, pero el que más se ha aferrado al tema de la genética ha sido el vasco, defendiendo su propio gen.
De las dos mil personas de las cuales se han extraído un total de 600.000 muestras de ADN, se ha creado el mayor estudio hasta la fecha sobre esta materia. Según esta investigación capitaneada por el biólogo David Comas, del Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona, los vascos no es que tengan una genética propia, sino que durante la Edad del Hierro, hace más de 2.500 años, estuvieron más aislados y eso les generó sus características particulares.
Los resultados dicen que sí, los vascos son vascos per sé, que no hay más vasco en este mundo que un vasco. Pero que esto no es por un tema genético, sino que estos periodos de aislamiento y la ausencia de la diversidad genética durante estos años han llevado a que Euskadi tenga sus propias particularidades, como un idioma que apenas ha variado dada la inaccesibilidad geográfica.
Históricamente, ha habido poblaciones de todo tipo, tanto en el Mesolítico como en el Neolítico, creando una población ancestral que mezcla las genéticas de diferentes etapas. Según los estudios elaborados por el genetista vasco Íñigo Olalde, de la Universidad de Harvard, en la península Ibérica hay un 60% de la ascendencia que había desde hacía milenios, y el 40% restante es ascendencia foránea. Pero, una vez más, esto no es algo propio de los vascos, sino que es así en toda la península.
El debate sobre las particularidades genéticas
El caso es que la ciencia no llega a un acuerdo mutuo sobre las particularidades genéticas de los vascos. A veces este gen propio se utiliza como herramienta política para explotar el nacionalismo, la propia identidad y demás, lo cual puede ser algo problemático porque no se puede generar un discurso político a partir de defender lo propio frente a lo otro, porque ya trajo problemas en el pasado.
Por eso, los autores del estudio han aclarado que no buscan aclarar si una zona geográfica merece la autodeterminación, o cualquier otra cosa, en función de sus particularidades genéticas. Igualmente, el estudio se viralizó tanto que una de sus autorias tuvo que hacer una serie de aclaraciones, explicando el proceso del estudio.
Pero es cierto que usar el término "vascos" para referirse a la población ancestral no es correcto. Los vascos actuales son genéticamente muy heterogéneos como ya demostramos en nuestro estudio con la población vasca actual (aquí llamada residente) 11/n pic.twitter.com/Ar9bOzm7lG
— Naiara R-Ezpeleta (@naiara_re) March 29, 2021
Entonces hay autores como Alejandro Quiroga o Ferrán Archiles que aseguran que estas identidades nacionales tiene más que ver con la adscripción personal y voluntaria que por algo determinista de si hay unos genes de por medio o no. La identidad vasca, al igual que cualquier otra, está constantemente mutando con el propio paso del tiempo, de forma natural. Entonces, sea como sea, esto ya no tiene que ver con algo genético, sino más bien con procesos naturales.