Todos a veces hemos sufrido el denominado mal de amores. Ese momento en el que tus deseos hacia otra persona no son correspondidos. Cada cual tiene sus propios métodos para salir de ello: escuchar canciones de Malú, comer tres kilos de helado mientras acaricias a tu gato o ver en bucle la saga de 'Bridget Jones'.
Si por otro lado, quieres "mandar a paseo" ese amor que no ha surgido y aplicarte el dicho "un clavo saca a otro clavo", hay un método que la ciencia ha descubierto: hínchate viv@ a placebos.
Sí, lo has oído bien, la mejor solución al mal de amores son los placebos. Es decir, que puedes dejar a tu gato e hincharte a pastillas inocuas, gominolas o suplementos vitamínicos (da igual), que rápidamente encontrarás la salida a todos tus problemas.
La conclusión de todos estos datos la ha encontrado un equipo de científicos de la Universidad de Colorado Boulder que, por cierto, tienen un poco de mala leche. Los pobres 40 participantes en el estudio tuvieron que presenciar durante varios minutos fotografías de todas sus exparejas. Por si no era suficiente, el grupo de científicos quiso suministrarles una descarga eléctrica (leve) con el fin de comprobar hasta qué punto sentían un profundo malestar por recordar a sus ex. Es decir, vas a un estudio para colaborar con la ciencia y te terminan electrocutando y mostrando fotos de aquel al que querías olvidar. Todo muy interesante.
Siguiendo con el estudio, los investigadores pudieron comprobar cómo lo participantes sufrían un profundo dolor neurológico real, similar al que se produce cuando se recibe un golpe físico.
Cuando aún se encontraban con un malestar importante en el cuerpo, los responsables les prometieron una cura: un gas que iba a conseguir poner fin a todos sus males. Rápidamente, todos se encontraban mucho mejor y habían olvidado sus problemas. ¿Qué les habían inoculado? Un perfume barato. Simplemente.
¿Qué dicen los expertos?
Si tu idea es ayudar a un amigo que ha sufrido un desamor, este artículo puede servirte para que le des una gominola y él sea feliz creyendo que la química ha acabado con todos sus males.
El problema radica en que, si te está pasando a ti, quizás no te sirva autoengañarte mientras te hinchas a comer todo tipo de chucherías (aunque quizás tampoco esté mal).
Patricia Ramírez Loeffler, psicóloga especialista en terapias de parejas, habla del desamor en su libro '¿Por qué ellos sueñan con ser futbolistas y ellas princesas?'. "Si tú quieres tener una pareja, lucha por ello, pero sal, conoce gente, vístete de forma diferente, aumenta tu grupo de amigos y de actividades... Eso no quita para que en el tiempo de transición entre una pareja y otra aprendas y sepas disfrutar de ti mismo".
La experta recuerda, además, que "si te obsesionas mucho en buscar pareja, seá tu principal barrera: echas toda tu energía en esa búsqueda y dejas escapar cosas que están pasando a tu alrededor".
Por todo ello, la clave consiste en que "a pesar del sufrimiento sigas activo, hagas cosas, no te quedes viendo la vida pasar. No se trata de ser un superhombre o una supermujer, simplemente poner de tu parte para que el dolor desaparezca cuanto antes". Y si no, piénsalo: hay gente que supera el desamor a base de placebos.
