Alrededor de 147 millones de personas, el 2,5% de la población mundial, consume cannabis, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). España es uno de los países de la Unión Europa en el que más cannabis se consume: el 9% de los españoles admite hacerlo. Junto con Luxemburgo y Portugal, España se convierte en uno de los países con mayor porcentaje de usuarios diarios que consumen esta sustancia.
Un estudio, llevado a cabo por investigadores del Clínic de Barcelona y del IDIBAPS, ha determinado que el consumo de riesgo se produce con cinco o más porros a la semana. El 3,7 % de los españoles confesaba a dicho estudio consumir cannabis a diario o prácticamente cada día, lo que implica, según los resultados de este estudio, que tienen un elevado riesgo para su salud.
Los datos de consumo son cada vez más preocupantes
Una encuesta de ESTUDES2021 del Ministerio de Sanidad ha detallado que la edad media de inicio del consumo de cannabis está por debajo de los 15 años. Dato preocupante ya que en esta edad el cerebro está en pleno desarrollo y el consumo puede resultar más perjudicial.
Si nos fijamos en los datos, un 14,2% de los españoles con edades entre 15 y 34 años admite haber consumido cannabis al menos una vez en el último mes, cifra que aumenta al 15,9% entre los 15 y 24 años.
El impacto psicológico del consumo de cannabis tiene una especial relevancia, dado que quienes lo utilizan principalmente son los jóvenes. Provoca dificultades para estudiar al disminuir las funciones de atención, concentración, abstracción y memoria, obstaculizando, por tanto, el aprendizaje. Además, puede causar reacciones agudas de ansiedad y, en personas con predisposición a padecer trastornos mentales, puede provocar la aparición de estos trastornos o agravar los que ya se padecen.
Estos últimos se encuentran dentro del grupo de población para el que cualquier consumo, independientemente de su frecuencia e intensidad, implica un riesgo significativo para la salud. Se trata también de personas menores de 21 años, embarazadas y mujeres lactantes o personas que padecen enfermedades físicas (problemas cardíacos o respiratorios).
Los expertos, a pesar de establecer el límite en cinco porros semanales, aseguran que ninguna cantidad de cannabis es totalmente segura y lo idóneo sería evitar su consumo.