Más de uno se extrañará al leer el titular y se preguntará si es que las personas con discapacidad auditiva o visual no podían contraer matrimonio libremente. La respuesta es no, pues necesitaban una autorización médica para casarse, Esto se debe a un endurecimiento del Código Civil llevado a cabo por el gobierno del Partido Popular el pasado mes de diciembre.
El artículo 56 del Código Civil habla sobre la capacidad de dar consentimiento en un matrimonio, y rezaba que "si alguno de los contrayentes estuviere afectado por deficiencias o anomalías psíquicas, se exigirá dictamen médico sobre su aptitud para prestar el consentimiento". Estas "anomalías" se referían a deficiencias mentales, pero ahora se ampliará el espectro. Tras la reforma, las "deficiencias o anomalías físicas" se cambiaron por " deficiencias mentales, intelectuales o sensoriales", incluyendo así a sordos y ciegos.
Ante el escándalo suscitado, la Comisión para las Políticas Integrales de la Discapacidad del Congreso de los Diputados aprobará el martes 25 de abril la modificación de la Ley de Jurisdicción Voluntaria para limitar la obligatoriedad existente en el Registro Civil de exigir a personas con discapacidad visual y auditiva un informe médico para casarse. Con el cambio, este documento sólo sería requerido en casos "excepcionales".
El pasado mes de febrero, el texto, iniciativa del PP, contó con el apoyo de toda la Cámara para su toma en consideración y, tras pasar por la comisión para ser aprobada, se trasladará al Senado para continuar con la tramitación. El objetivo es que la modificación esté lista para la entrada en vigor del nuevo Código Civil a finales de junio.
Solo "en casos excepcionales"
El propio Ministro de Justicia anunció que enviaría una circular clarificando la interpretación de esta normativa. el resto de partidos registraron, a su vez, propuestas para modificar la tan injusta legislación.
Finalmente, el nuevo texto dice que "en casos excepcionales" será necesario el dictamen médico sobre la aptitud del contrayente para prestar consentimiento limitando estas excepciones a situaciones en los que "alguno de los contrayentes presente una condición de salud que, de modo evidente, categórico y sustancial, pueda impedirle prestar el consentimiento matrimonial pese a las medidas de apoyo".
