Mark Sutton fue un ciclista amateur que murió abatido por error a manos de un cazador mientras participaba en una competición de mountain bike en los Alpes franceses. Según la prensa gala, el deportista habría sido confundido con un jabalí por un joven cazador local que formaba parte de una batida conformada por 18 personas.
Sin embargo, lo más sorprendente del caso es que la propia familia del fallecido se ha alegrado de su muerte, pues cuentan que era un violador sin escrúpulos. Sutton, de nacionalidad galesa, estaba acusado de violación por su propia hermana y varias mujeres más. Según la prensa, murió poco después por los disparos que le alcanzaron los pulmones y la columna vertebral. Por su parte, su familia lamenta que no sufriera lo suficiente.
En un comunicado de su madre a través de Facebook, asegura que su hijo "era un monstruo y ojalá se pudra en el infierno". También cuenta los inicios de su maldad, remontándose a sus 11 años, cuando trató de apuñalar a una compañera de clase.
"Merecía ser fusilado como un animal"
Su hermana Katie, que fue víctima en múltiples ocasiones de los abusos de su difunto hermano, ha celebrado su muerte: "Era un violador y me alegro de que esté muerto, me siento aliviada de que ya no pueda lastimar a nadie más". En unas declaraciones sobrecogedoras a The Sun, explica que "merecía ser fusilado como un animal, era el animal más grande que había".
Sus exnovias, que también habían sufrido los abusos de Sutton, han apoyado a la familia. Ann-Marie, una de sus antiguas parejas, lo describió como un psicópata y dijo haber "llorado de alivio" cuando se enteró de su muerte. Por si no fuera poco, el padre del ciclista es el único que lamenta su muerte y sigue negando todas las acusaciones de violación: "Él no violó a su hermana", dijo a The Sun.
