La decisión que ha adoptado la candidata del PP a la presidencia de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ante su negativa a mantener sus negociaciones con VOX para articular un gobierno de coalición para controlar el poder autonómico, ha abierto un escenario de incertidumbre en la región.
"No puedo dejar entrar en el Gobierno a quienes niegan la violencia machista, deshumanizan a los inmigrantes y despliegan una lona y tiran a una papelera los derechos LGTBI", ha declarado Guardiola ante los medios para justificar el avance de las negociaciones con la formación de extrema derecha. Sus palabras se han producido después de que la Asamblea regional haya quedado en manos del PSOE, después de que VOX tan solo se haya votado a sí mismo.
La presidenta del PP extremeño, María Guardiola, sobre Vox: "Yo no puedo dejar entrar en el Gobierno a quienes niegan la violencia machista, a quienes deshumanizan inmigrantes y quienes ponen una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI" https://t.co/TK1jYsA4KT pic.twitter.com/5f2TChgJv9
— Europa Press (@europapress) June 20, 2023
La postura de Guardiola cuenta con el respaldo de la dirección nacional del PP, pero representa una corriente inédita en la política de pactos que los populares han desarrollado tras las últimas elecciones autonómicas y municipales. En otras comunidades, como Valencia o Baleares, se están articulando acuerdos que abren la puerta a VOX.
Los plazos que se abren en Extremadura
El futuro político de María Guardiola depende en estos momentos de los plazos de la política en Extremadura. Su apuesta es claramente arriesgada. En las pasadas elecciones autonómicas del 28M empató con 28 escaños con el PSOE de Guillermo Fernández Vara, sin embargo, quedó en segunda posición con 6.424 votos menos.
Nadie sabe si se trata de una verdadera voluntad o una estrategia por gobernar en solitario y aspirar a todo el poder. Si fuese esto último, podría erigirla en una repetición electoral como principal líder política de la región en el actual ciclo político, una líder moderada y capaz de arrebatar voto de centroizquierda en una comunidad autónoma que ha sido gobernada por el Partido Socialista durante toda la democracia, salvo por una legislatura (con José Antonio Monago -PP- entre 2011 y 2015).
Todo dependerá en estos momentos de la postura que adopte VOX y si cede en sus planteamientos. También, por tanto, de los plazos que marcan las instituciones autonómicas. La presidenta de la Asamblea tiene un plazo de 15 días, desde el 20 de junio, para proponer un candidato a la Presidencia, previa consulta a los grupos.
Con todo, el máximo establecido será el próximo 5 de julio para proponer un presidente/a. El socialista Guillermo Fernández Vara ya ha anunciado su intención de aprovechar el marco para presentarse, a pesar de que no cuenta con los votos, donde lanzará un discurso. María Guardiola, que tampoco se espera que cuente con los votos necesarios para la investidura, también prevé presentarse a la investidura.
Primera votación
El candidato propuesto presentará su programa en el Pleno de la Asamblea de Extremadura en los 15 días siguientes a su designación y, tras el debate, se votará la primera investidura, que se realizará antes del 20 de julio, tres días antes de las elecciones generales.
En dicha votación, el candidato debe obtener mayoría absoluta para ser proclamado presidente de la Junta de Extremadura. Si no la obtiene, se procederá a una nueva votación 48 horas después de la primera, donde se requerirá mayoría simple. Será el 21 de julio, un día antes de los comicios generales.
Este procedimiento podrá repetirse, con los mismos o diferentes candidatos, todas las veces que se considere oportuno, en función del criterio que establezca la presidenta de la Asamblea de Extremadura.
Nuevas elecciones en Extremadura
Si finalmente no se llega a un acuerdo para nombrar un nuevo presidente de la Junta de Extremadura, la presidenta de la Asamblea tendrá potestad para disolver la cámara y el presidente de la Comunidad Autónoma en funciones tendrá que convocar nuevas elecciones. Agosto suele ser inhábil y no se han celebrado plenos en la Asamblea. La Mesa, sin embargo, está controlada con mayoría absoluta por el PSOE, lo que significa que no habría grandes problemas en alcanzar un acuerdo para declarar hábil este mes si se considera oportuno.
Si no ocurre, este mes no contaría y el reloj empezaría desde septiembre. Las primeras fechas para las elecciones en Extremadura serían, por tanto, los siguientes meses. Se calculan 54 días de plazo máximo entre la disolución de las cámaras y la convocatoria oficial de nuevas elecciones autonómicas en Extremadura.
