El chocolate es el dulce por excelencia que en mayor o menor medida gusta a todo el mundo porque los hay de todos los sabores; que si chocolate negro, con leche, blanco, rosa, con almendras, pasas, fruta... Además se puede comer solo, con pan, untado, en tarta, bebido, claiente, frío... De infinidades maneras que de forma global llegamos a consumir cuatro millones de toneladas al año.
Sin embargo, este disfrute podría tener los días contados y no es ni broma ni habladurías. La desaparición del chocolate tiene que ver con el cambio climático, pues el tiempo meteorológico está más desatado que nunca con temperaturas extremas y fenómenos atmosféricos que parecen de película, pero que azotan en la realidad a las poblaciones y su entorno.
Así que la producción de cacao también se vería afectada, pues según un estudio denominado 'Clima y chocolotate' realizado por Climate, las semillas con las que se realiza el chocolate provienen del árbol del cacao que crece en climas tropicales y esta planta necesita de altas temperaturas todo el año, además de lluvias regulares. Y lo que ocurrirá, según los expertos, en las zonas en donde están esos árboles -Costa de Marfil, Camerún, Ghana, Brasil, Colombia, México Indonesia o Malasia- es que pasen a sufrir extremo calor que traería consigo sequía extrema. Por tanto, sería imposible producir cacao.
Adaptarse o reducir
Ante este panorama el mencionado estudio prevé que el fin del chocolate podría llegar antes del 2050. Aunque si comenzásemos a hacer caso a las recomendaciones médicas y comer sólo dos onzas de chocolate al día quizá para dentro de 30 años todavía nos quede suficiente chocolate para vivir o también podemos ir dejándolo ya, y de paso comer más fruta, por ejemplo.