¿Te comerías un chuletón de una ternera clonada? Muy pronto será algo habitual en China. La empresa BoyaLife planea comenzar a construir a principios de 2016 una granja de animales clonados de 14.000 metros cuadrados en Tianjin, a unos 160 kilómetros de Pekín.
El objetivo principal es satisfacer la demanda de carne de ternera de los consumidores chinos, aunque no el único. Entre los planes de BoyaLife se encuentra también clonar caballos de carreras y perros sabuesos que puedan servir para localizar a víctimas de desastres naturales o rastrear el transporte de drogas ilegales, así como salvar especies que están al borde de la extinción.
La idea es producir cada año 100.000 embriones de vaca de alta calidad y el proyecto requerirá una inversión de cerca de 30 millones de euros (200 millones de yuanes). El directo ejecutivo de la empresa, Xu Xiaochun, ya declaró en 2014 a Bloomberg sus aspiraciones al afirmar que "en China hacemos las cosas a escala masiva. Pero no hacemos esto solo por los beneficios, sino también por hacer historia", dejando muy claras sus intenciones.
¿Se puede consumir carne clonada en Europa?
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) afirma que no hay pruebas de que los alimentos clonados tengan propiedades diferentes a los que no lo son, aunque todavía se deben seguir investigando estos procesos. Además, alerta del daño y potenciales muertes que causan en los animales que forman parte de la clonación. Principalmente por este motivo, en septiembre de este mismo año la Unión Europea prohibió la clonación de animales cuya carne o productos derivados se destinasen al consumo humano.
Sin embargo, las cosas en Asia son diferentes y los defensores de este tipo de producción no son pocos. Zhang Yong, un profesor de la Universidad de Veterinaria de Shaanxi, defiende que "es seguro comer carne de ternera clonada" y que la clonación no modifica la composición del alimento.
En China ya hay precedentes de clonación de animales a gran escala. A principios de 2014, la BBC informó de la existencia de una granja que clonaba 500 cerdos al año al sur del país, en Shenzhen. De construirse finalmente la granja industrial de BoyaLife, será la más grande del mundo con mucha diferencia.