Iba a ser una de las constituciones más progresistas de América Latina, pero también se situaba entre las más polarizadoras. Finalmente, el proyecto de Constitución que Chile había presentado para renovar su actual Carta Magna, heredada del régimen de Pinochet, no ha salido adelante, con un rechazo del 61,87% de los votos y tan solo una aprobación del 38,13%, con una participación del 85% (13.016.943 personas), la más importante en la historia electoral de Chile
En este resultado ha influido, quizás, que algunas de las formaciones de izquierdas se han abierto a apoyar el 'no' y los partidos de derechas también han abrazado la idea de continuar con el proceso constituyente, dos circunstancias que han dejado a esta Carta Magna con apoyos reducidos. De hecho, la actual Constitución cuenta con un rechazo bastante generalizado entre el pueblo chileno y llegó a gran parte del país a manifestarse hace apenas tres años.
La situación actual deja abiertas varias incógnitas para el Gobierno de Gabriel Boric, que plantea cómo abrirá nuevamente el proceso constituyente, que ahora cuenta con el compromiso de los partidos oficialistas y de centroderecha, con el Ejecutivo como guía. El presidente Boric ya ha recibido el mensaje: "Estos desafíos requerirán cambios en nuestros equipos de Gobierno [...] El pueblo no quedó satisfecho con la propuesta de nueva Constitución que la Convención le presentó a Chile y decidió rechazarla de manera clara en las urnas", afirmó.
Los anhelos de cambio y dignidad exigen a nuestras instituciones y actores políticos que trabajemos con más empeño, diálogo, respeto y cariño, hasta arribar a una propuesta que nos interprete a todas y todos. Para allá vamos. Que viva la democracia y que viva Chile! pic.twitter.com/f5rQv2G5mJ
— Gabriel Boric Font (@gabrielboric) September 5, 2022
En esta línea, el presidente ha llamado a los diferentes partidos del país a continuar el proceso: "Llamo a las fuerzas políticas a acordar los nuevos plazos [...] el Congreso Nacional será el gran protagonista [...] Me comprometo a poner todo de mi parte para construir un nuevo itinerario constituyente que nos entregue un texto que logre interpretar a una amplia mayoría ciudadana".
Circunstancias que han podido influir en el rechazo de la propuesta constituyente
La nueva propuesta constituyente que ha lanzado el gobierno de Gabriel Boric deja al presidente chileno en una situación de debilidad, obligado a remodelar su gabinete y a negociar en situación de debilidad con su oposición para lograr continuar con el proceso.
El rechazo tan fuerte que ha experimentado en esta propuesta, que precisamente fue el germen de las protestas que surgieron hace tres años en todo el país, puede estar motivado en diversos factores. En primer lugar, el resultado de la votación, puede representar un claro rechazo a las políticas que está ejecutando su gobierno, en el sentido de que los votantes hayan adoptado este plebiscito como una votación a las políticas que está ejecutando desde el Gobierno, después de que Boric haya adoptado el 'sí' como una vinculación prácticamente total al sentido de su mandato.
Además, también se podría considerar como un voto de castigo a la situación del país. Los medios con una ideología contraria al gobierno han utilizado el tema de la inseguridad pública, que realmente afecta a gran parte del país y sobre la que el gobierno no está mostrando, quizás, toda la importancia que debería.
A todo ello se suma el 'voto castigo' por la situación económica del país, donde la inflación galopante y un escenario de incertidumbre hace que se vote todo lo contrario de lo que demanda el gobierno con el objetivo de dar un toque de atención.
Quizás, pueden ser factores que han podido contribuir en el resultado de este referéndum que, según se han comprometido las fuerzas políticas y demanda realmente la práctica totalidad de la sociedad, no paralizará el proceso constituyente para reformar una Carta Magna que, en Chile, es herencia directa de la dictadura de Augusto Pinochet.