Una chica británica de 20 años, Zoe Warren, y otro joven de 19, Kerian Adey, asesinaron brutalmente a la supuesta pareja de Warren, la cual publicó un mensaje en su página de facebook para encubrir el crimen.
El cuerpo de Mark Shaw, de 29 años de edad, fue hallado en su casa de Newcastle, Reino Unido, sin vida, totalmente desfigurado y con más de 80 heridas que cubrían todo su cuerpo.
Sus asesinos le ataron a la cama por los tobillos y muñecas, lo amordazaron, lo golpearon con un taco de billar y lo acabaron apuñalando repetidas veces. Este brutal asesinato, que ocurrió el pasado diciembre, ha vuelto a salir a la luz tras conocerse la resolución de la sentencia.
Asesinado por 15 libras
Al parecer, la disputa fue a causa de 10 libras que Shaw le debía a su novia, un dinero que era todo lo que le quedaba y que él se había gastado en drogas. Además el motivo de su cómplice, Adey, era también que le debía 5 libras y que se había quejado a la policía de que este le rompiese una ventana.
Según se ha ido conociendo a raíz de la investigación llevada a cabo en este último año, Warren era una chica drogadicta y alcohólica que vivía de lo que robaba y cuyo modus operandi era aprovecharse de su físico para atraer a hombres que compartiesen drogas con ella.
Tras haber cometido el crimen, y cuando se hizo pública la muerte de Shaw, Warren no dudo en tratar de encubrir su crimen escribiéndole un mensaje en Facebook (plagado de faltas de ortografía) en el que se lamentaba de la pérdida de su "mejor amigo", le decía cuánto le echaría de menos y lo mucho que le quería.
Condenados de por vida
La coartada de los criminales no tardó en empezar a desmontarse, y los dos trataron de echarle la culpa al otro. Tras más de 10 meses buscando llegar al fondo de la cuestión, el juzgado tomó una decisión en cuanto a su sentencia.
Tanto Warren como Adey han sido encarcelados de por vida y deberán permanecer un mínimo de 17 años en la carcel antes de poder pedir libertad bajo fianza. Se les acusa de asesinato.
Además, Zoe Warren ha sido acusada de intimidación de testigos. Le contó a un chico con el que estuvo lo que había echo como si no tuviese importancia y bromeaba con salir impune de ello. Él no dudó en contárselo a la policía y ella le envió una carta amenazante desde la cárcel.
