Está creciendo, tanto en lo personal como en lo profesional, y quizá por eso muchos no lo conozcan todavía. Pero lo conocerán, lo terminarán conociendo porque Chema Solís no se rinde nunca. Hoy lo entrevistamos en Los Replicantes. Él dice que es un "ser humano inconformista", y aunque el término esté ya muy trillado, él lo explica de una manera un poco más concreta: "Nunca me he parado ante un 'no', y siempre he intentado trazar mi propia ruta. Soy muy decidido a conseguir lo que quiero y, aunque me cueste, lo consigo".
Con esas premisas, ¿qué se puede esperar de un chico de 26 años? Al menos, que su nombre se nos quede grabado. Cuando le preguntan a qué se dedica él responde que es youtuber porque, según él, en la actualidad "ya no hace falta explicar qué significa". Pero, en realidad, es comunicador especialista en audiovisuales y su trabajo consiste en dejar huella: "Me contactan empresas que tienen un producto, pero que no saben cómo venderlo. Y yo les ayuda a dar forma al mensaje que quieren trasladar con el objetivo de hacer más cercano el producto".
Una pequeña dislexia que se autodiagnosticó gracias a la lectura de la biografía de Richard Branson le sirvió para acabar en YouTube: "En lugar de hacer ejercicios en el espejo, que me aburría mucho, me grababa en vídeo. Y como vi que verme luego me ayudaba mucho a comunicar, lo hice público". Así que la plataforma de vídeos le sirvió como una especie de tratamiento para mejorar su dislexia, aunque Chema no se cree valiente por haberse atrevido, sino más bien ingenuo: "En ese momento no sabía que iba a desembocar en todo esto".
Ahora, este valenciano dedica las veinticuatro horas del día a ser feliz con su trabajo y a emprender nuevos proyectos constantemente. Al menos desde fuera parece que Chema no deja de trabajar nunca, y conociendo a sus referentes, entre los que se encuentran Steve Jobs o Casey Neistat, es mucho más fácil comprender qué clase de inquietudes persigue este youtuber.
Desde hace ya unos cuantos meses, Chema tiene pendiente dar el pistoletazo de salida a un proyecto ambicioso y precioso al mismo tiempo. Va a recorrer medio país con una caravana y se va a entrevistar con personas como él, personas que él denomina "humanos imborrables": "Los humanos imborrables somos un poco todos, sobre todo cuando tenemos actitud. Son personas que o bien están intentando vivir de su pasión o bien ya lo han conseguido. Son personas que ante la adversidad, ante la posibilidad de rendirse, salen adelante".
El proyecto está a punto de terminar de cocerse. Chema se plantea arrancar la caravana durante el mes de mayo, pero antes tiene entre manos otra historia completamente diferente. Algunos dicen que él y su pareja Natalia Pedrajas (psicóloga) están "revolucionando el panorama nutricional". Y todo surge cuando ambos se dan cuenta de que la comida que ingerimos tiene mucho que ver con las emociones que sentimos.
Así que la psicología, el mundo audiovisual y la cocina se han juntado para inaugurar una serie de cenas experienciales con la intención de hacer "clic" en la cabeza de los que se animen a probar. Desde que Chema es vegano ve el mundo de la cocina de otro modo, y su intención no es solo mostrarle a la gente una forma más sana y ecológica de alimentarse, sino mucho más: "No les educamos tanto en la cocina, sino más bien a comunicar cómo se sienten antes de comer, durante la comida, y después de comer. O sea, qué emoción implica la comida que te estás comiendo".
Y, aunque el proyecto está enfocado al veganismo y, más concretamente, a una alimentación sostenible, Chema y Natalia evitan las etiquetas porque no encuentran beneficio en ellas: "No tenemos ningún problema cuando vienen a nuestras cenas personas que no son vegetarianas, al contrario, estamos incluso más abiertos a ellos".
De él dicen que es un artista. Al parecer es un profesional de "crear impacto", según él se trata de algo mucho más importante que crear una venta: "Significa que te recuerden, y que empaticen con tu producto". Y nosotros vamos a recordarlo a él. No le gusta la palabra emprendedor, pero él lo es de la e a la erre. Aunque prefiere definirse, más bien, como "una persona con actitud": "Emprender o tener actitud no es para todo el mundo. Hay que tener cierto componente de valentía. No todo el mundo es capaz de aguantar esa presión, ser tu propio jefe y tener esa constancia. Pero sí creo que toda persona debería probarlo".
Él lo probó y lo sabe.
