A diferencia del líder de VOX, Santiago Abascal, el líder de Chega, André Ventura, ha expresado abiertamente guiños hacia la comunidad LGTBI o el feminismo, defendiendo la despenalización del aborto, el matrimonio igualitario o afirmando que "nunca tendría ningún problema" en tener un hijo homosexual, como declaró en una entrevista con el diario luso Público.
El líder de la ultraderecha lusa dirige su discurso por otros derroteros. Ex comentarista de fútbol, el líder de la extrema derecha ha fundamentado sus proclamas situando en el foco de todos los problemas del país a las personas cuyos países de origen profesan la religión musulmana, a las personas de etnia gitana y prometiendo expulsar a aquellos que se encuentren en una situación irregular a nivel administrativo. Por sus proclamas, la Fiscalía portuguesa le ha llegado a abrir una investigación acusado de difundir mensajes de odio y bulos a través de las redes sociales.
Ventura también exhibe guiños nostálgicos a la dictadura de Salazar, e incluso emplea sus lemas durante sus discursos. "Dios, patria, familia y trabajo" es una de sus proclamas constantes ante sus seguidores durante sus mítines políticos.
La defensa del tradicionalismo y las posturas ultraconservadoras son una de sus señas de identidad y, a pesar de que en ocasiones lanza guiños hacia el electorado LGTBI, también es habitual que defienda lo que considera "familia natural" para referirse a las relaciones heterosexuales.
Junto con estos posicionamientos, el líder de Chega también defiende la reducción de los impuestos, eliminar el Ministerio de Educación, desmantelar el sistema sanitario público, la cadena perpetua, la castración química para violadores y se ha abanderado la lucha contra la corrupción.
"Irresponsable" no formar una coalición
Los resultados de las últimas elecciones en Portugal sitúan actualmente a su partido como una formación imprescindible para la formación de Gobierno. Los conservadores de Alianza Democrática han ganado las elecciones, sin embargo, no ostentan mayoría para lograr el Ejecutivo y, en este contexto, precisan de un pacto para alcanzar la mayoría absoluta.
Sobre esta cuestión, el vencedor de los comicios, Luís Montenegro, proclamó en junio de 2023 en una entrevista con el diario El País un compromiso para rechazar los pactos con la extrema derecha: "No vamos a tener en el Gobierno ni políticas ni políticos racistas".
Sin embargo, los resultados podrían cambiar su postura. Ventura ya le ha ofrecido en este contexto un Gobierno de coalición y ha llegado a afirmar que sería "irresponsable" que no se alcanzase finalmente un pacto entre las formaciones de derechas.
La disyuntiva de Luís Montenegro
La victoria de Alianza Democrática, partido similar al PP en España, ha abierto el debate interno sobre cómo afrontar el auge de la extrema derecha dentro de sus fronteras.
El candidato, Luís Montenegro, se ha posicionado en repetidas ocasiones en contra de alcanzar un pacto de Gobierno con la formación de André Ventura, que ha experimentado un vertiginoso auge en las encuestas durante los últimos meses.
El líder conservador ha fundamentado su campaña en un rechazo frontal al Partido Socialista, y el candidato de socialdemócrata, Pedro Nuno Santos, también se ha mantenido en esta vía: "Que la derecha no cuente con el Partido Socialista para gobernar. Que quede claro, no habrá división en el PS", ha manifestado tras la victoria de Montenegro.
En este escenario, surge la duda sobre cómo se afrontará la gobernabilidad en Portugal y cómo será capaz Luís Montenegro de gobernar sin el beneplácito de los ultraconservadores.
Las dos vías posibles son mantener la promesa electoral y gobernar en minoría, tan solo con apoyos puntuales en el Parlamento que podrían priorizar a Chega, pero también contemplar otros socios o, por el contrario, formar un gobierno de coalición con Ventura y, de este modo, incumplir su promesa electoral. En el horizonte se sitúa la aprobación de los presupuestos del Estado en 2025, la gran prueba que afrontará el nuevo gobierno conservador.