Ironías del destino: un chamán se ha matado a sí mismo intentando demostrar que es inmortal. Sí, pasará a engrosar la lista de muertes más absurdas escalofriantes. El suceso ha ocurrido en Tailandia, cuando un médium muy conocido por sus vecinos decidió comenzar a bailar vestido de una manera bastante extravagante, con un frutero en la cabeza y un palo en cada mano.
Se suponía que era un ritual que se celebraba todos los años. Pero el chamán inmortal... no lo era tanto. Theprit Palée, un tailandés de 25 años, se dedicaba a trucar las espadas para que, al rozar su cuerpo, se rompiesen y él pudiera afirmar a todos sus convecinos que era completamente inmortal, ha visto como el truco se le ha vuelto en contra.
Aún no sabemos si los habitantes llegaron a creerse la historia, pero ahora cuentan con pruebas para negarla. En este caso, algo falló y el espectáculo se tornó en tragedia. El cuchillo rozó el cuerpo del chamán y, en vez de romperse, terminó hundiéndose en su abdomen.
Las multitudes que observaban todo lo sucedido, rápidamente comprobaron atónitas el devenir de los acontecimientos y no de la manera en la que el brujo esperaba. "Es un chamán muy respetado por todos. La gente le ama. Es el favorito de todos nosotros", aseguraba uno de los testigos de la escena, sin cuestionarse cómo había muerto un chamán que creían inmortal.
El hombre había permanecido herido en el lugar de los hechos, hasta que la ambulancia llegó al lugar. Chaiwat Phan, inspector de Policía de la zona, afirmó que cuando llegaron se encontraron al brujo en medio de un charco de sangre. "Nos avisaron de que un hombre armado con un cuchillo se había apuñalado a sí mismo".
Las personas que se encontraban en el lugar intentaron hacer todo lo posible por reanimarlo, al igual que los efectivos sanitarios, pero no se podía hacer ya nada por su vida. Mientras tanto, las autoridades han anunciado una autopsia para esclarecer todo lo ocurrido. Aún no descartan que alguno de los colaboradores de este médium trucase el arma para propiciar el desenlace fatal.