María del Mar todavía tiene el susto en el cuerpo. Abrir la puerta de su residencia, situada en el paseo Alfonso XIII de Cartagena (Murcia) le ha costado nada menos que 1.077,29 euros, la factura que le ha cobrado el cerrajero por abrirle la puerta en Nochevieja.
El profesional, al que llamó en una situación desesperada, porque su marido padece problemas en el corazón y requiere oxígeno por la noche, se mantuvo en silencio durante todo el servicio. Y eso que le preguntó hasta en tres ocasiones por cuánto 'le iba a salir la fiesta'.
María del Mar sabía los riesgos de recurrir a una empresa de estas características en Nochevieja sin referencias previas, pero jamás pensó que un servicio así iba a superar los 1.000 euros. Pero un despiste quiso que saliera muy caro. Esta técnico de laboratorio de 61 años salió, como tantos españoles, de su vivienda junto a su marido Juan, de 61 años y su hijo de 27 años a casa de un familiar para festejar del fin de año, como denuncia en una entrevista publicada en La Opinión de Murcia.
Pero al salir vio que había olvidado dentro de la vivienda el bolso con las llaves dentro. Por ello, lo primero que hizo fue llamar a su cerrajero de confianza, algo que fue imposible porque no consiguió contactar con él a las 12:30 horas.
Con un marido evaluado y candidato a un trasplante de corazón y pulmón, que se desplaza en silla de ruedas eléctrica, un hotel no era una opción a tener en cuenta: requería oxígeno y monitorización avanzada, por lo que era vital pasar la noche en su casa.
Por ello, toda la familia esperó resguardada dentro del portón del edificio. Cuando llegó el cerrajero, según la afectada, tan solo necesitó cinco minutos para acceder a la vivienda mediante la técnica del 'resbalón', uno de los procedimientos más básicos para los profesionales.
Se siente estafada y estudia denunciar
Cuando ya se encontraban en el recibidor de la vivienda, el cerrajero preguntó si la vivienda era alquilada o de su propiedad. Esta cuestión despertó las alarmas de María del Mar, ya que pensó que se trataba de una duda que buscaba conocer la situación del seguro.
La vecina afirma que no tiene la factura, sino un resguardo de la operación, que su marido pagó con tarjeta. Sin embargo, en una situación límite como la que estaba viviendo en aquel momento, lo único que buscaba la familia era garantizar la posibilidad de que podían acceder a la casa y poder suministrar el tratamiento que necesita Juan.
Suele ser habitual que en jornadas especiales como Nochevieja se apliquen recargos, que suelen rondar el 50%. Sin embargo, un precio de 1.000 euros no es nada habitual, ya que suele cobrarse una cantidad de hasta 300 euros en este tipo de fechas (lo habitual debería ser 80-100 euros).
