El Corte Inglés necesita reducir deuda y para ello está planteando el cierre de algunos centros comerciales que no son rentables. Así lo ha evidenciado en el folleto publicado para la emisión de 600 millones en Irlanda, en una situación que cuenta con algunas fortalezas y debilidades.
La dificultad que entrañan estos centros son varias. Primero, que tanto los edificios como el suelo que ocupan se encuentran bajo su propiedad. Segundo, que el modelo arquitectónico impulsado por Isidoro Álvarez (centros sin ventanas porque consideraba que centraban la atención en el producto), dificultan la reconversión en otros usos, como por ejemplo, complejos de oficinas.
Además, la 'fiesta' vivida durante la era dorada del ladrillo ha llevado a construir macrocomplejos de diez plantas en localidades de menos de 30.000 habitantes o edificios en descampados y sin fácil acceso.
A pesar del temor a ofrecer una imagen de debilidad, la deuda y la necesidad de rentabilidad son fundamentales. ¿Qué centros comerciales se encuentran abocados al cierre?
1 El Corte Inglés de Cádiz
La apertura del centro comercial Bahía de Cádiz en 2001 tenía la intención de producirse de forma paralela a la construcción del macropuente de la Constitución como vía de acceso a la capital de la provincia andaluza.
Sin embargo, la dificultad de las obras y la llegada de la crisis, paralizaron este proyecto, lo que dificultó que la oferta de este negocio se consolidase entre la población que se encontraba en las inmediaciones.
Tras su inauguración en 2015, las cifras no han conseguido remontar. Algunos apuntan a las bajas rentas de la zona y los elevados precios de los artículos en venta. Ni siquiera el cine que incorpora ha servido para generar atracción entre el público.
La sede central de la madrileña Calle Hermosilla ha planteado reconvertirlo en un centro outlet, pero el fracaso de este modelo en la ciudad (ya han cerrado varias tiendas de este tipo), aboca al cierre.
2 El Corte Inglés de Talavera de la Reina
Se trata de una de las ciudades más importantes de Castilla-La Mancha, pero el centro comercial de Talavera nunca ha conseguido despegar, a pesar de los múltiples esfuerzos realizados por parte de la compañía.
A diferencia del centro gaditano, el situado en Talavera está en un lugar accesible (en plena entrada a la ciudad) y cuenta con una arquitectura moderna y atractiva para el público. Circunstancias que no han servido para que consiga el éxito.
Además de estos factores, el auge de las ventas online, las migraciones hacia otras regiones o el auge de tiendas que se ubican en el centro de la ciudad dificultan las perspectivas de futuro de este edificio.
3 El Corte Inglés de Elche
Su apertura en el año 2000 prometía ser un éxito. El auge del turismo, la construcción de nueva vivienda y complejos hoteleros, parecían garantía de éxito para atraer muchos compradores con un nivel adquisitivo alto y ganas de comprar.
Sin embargo, todo se torció tras la llegada de la crisis. El empobrecimiento general congeló el consumo, la construcción se paralizó (por lo que la llegada de gente se resintió enormemente) y la afluencia al centro comercial ha decaido por completo desde entonces. Todo apunta a que terminará cerrando.
4 El Corte Inglés de Córdoba
La apertura del centro de Córdoba trajo la creación de 700 puestos de trabajo y estaba llamado a dinamizar el comercio de la ciudad andaluza y el aumento de la frecuencia de visitas por parte de la población de la comarca.
El turismo que acude a esta preciosa ciudad suele contar con un alto poder adquisitivo, pero la lejanía con el casco antiguo impide influir en la atracción de visitantes. Y, a pesar de todo, tiene historia a sus espalda: lleva más de 20 años abierto.
Junto a este dato, la llegada de la crisis y la apertura de un centro comercial con todo tipo de tiendas en las cercanías, han mermado las ventas hasta el punto de que ha perdido toda la rentabilidad que se calculó durante su apertura. De hecho, genera pérdidas.
5 El Corte Inglés de Eibar
La construcción de El Corte Inglés en Eibar fue una de las más polémicas. ¿Por qué? Básicamente, porque un edificio comercial de 10 plantas en una localidad de 27.000 habitantes no apuntaba a convertirse en valor seguro.
Los datos no acompañan. Ni siquiera el hipermercado de 20.000 metros cuadrados que incorpora obtiene los datos esperados, ya que no absorbe la escasa población que se encuentra en la zona. Las pérdidas que genera podrían terminar en cierre.
6 El Corte Inglés en Leganés
La zona sur de Madrid cuenta con una gran población en términos objetivos, pero la excesiva oferta comercial existente dificulta la competencia. Y, de ello, tampoco es ajeno El Corte Inglés.
Llama la atención que en pocos kilómetros se ubiquen hasta cinco centros comerciales de la compañía: Parquesur, Méndez Álvaro, El Bercial, San José de Valderas y Arroyosur. Todos ellos cuentan con una estación de Metro o Cercanías en la puerta... menos el último.
De hecho, El Corte Inglés de Arroyosur tiene unos accesos muy complicados, lo que ha dinamitado la afluencia. Es un dato preocupante, ya que este centro abierto en 2007 contaba con 1.526 puestos de trabajo que han ido reduciéndose durante los últimos años.
Ni la gran cantidad de instalaciones para los más pequeños están funcionando. Algunos apuntan a que terminará convirtiéndose en un outlet, aunque la cercanía de otros dos centros de este tipo con éxito contrastado hacen difícil que esta posibilidad se cumpla.
7 El Corte Inglés de Xanadú
Sin salir de Madrid, otro centro que se encuentra en peligro es el del centro comercial de Xanadú, en Arroyomolinos. La bajada de la afluencia a este complejo situado en mitad de un descampado está influyendo en que la enseña se plantee el cierre.
La clausura supondría un duro golpe para un macrocentro que perdería una de sus tiendas ancla, pero la rentabilidad manda y desde Hermosilla no descartan que este cierre pueda terminar produciéndose.
8 El Corte Inglés de Guadalajara
Abierto en 2007, el centro de Guadalajara nunca ha obtenido los resultados esperados. Todo ello, a pesar de que su inauguración contó con múltiples dificultades, ya que no obtuvieron la licencia hasta la víspera de la apertura.
En la actualidad, se ha convertido en una de las tiendas con menor rentabilidad de toda España, lo que no augura un futuro esperanzador. Algunas voces plantean su reconversión en outlet, aunque habrá que esperar.
9 El Corte Inglés de Oviedo
El centro de Oviedo, abierto en el año 2000, nunca ha terminado de obtener los resultados esperados. De hecho, con el paso de los años se ha visto obligado a despedir a parte de la plantilla, por lo que las pruebas evidencian que no ha sido precisamente un éxito
En la empresa plantean nuevamente reconvertir el centro en outlet, aunque hay dificultades, ya que no cuenta con tanto material sobrante para llenar todos los centros, por lo que nadie podría descartar su cierre.
10 El Corte Inglés de Albacete
Abierto en el año 2008, El Corte Inglés de Albacete costó 100 millones de euros y cuenta con una superficie de 25.000 metros cuadrados. A pesar de sus grandes proporciones, cinco plantas comerciales y tres de aparcamiento, la afluencia no ha satisfecho a sus dueños.
¿La mayor prueba? Se abrió con 890 empleados y la cifra se ha ido reduciendo con el paso de los años a un tercio. Las autoridades locales temen el cierre y ya están estudiando planes para ofrecer una salida a unas instalaciones de tal calibre.
11 El Corte Inglés de Castellón
La construcción del complejo Marina d'Or y el auge del turismo de sol y playa durante la época del ladrillo fue fundamental para que la enseña de grandes almacenes abriera un centro comercial en Castellón.
La apertura se realizó en 2005, pero la llegada de la crisis fue un golpe del que no se han recuperado hasta la fecha. La despoblación y la pérdida de poder adquisitivo han sido clave para que el complejo encadene pérdidas. Una falta de rentabilidad que podría condenar al cierre.
12 El Corte Inglés de Jaén
Construido en pleno boom, el año 2007, la compañía construyó un centro en pleno Jaén. Para ello, invirtieron 110 millones de euros para erigir un complejo de ocho plantas, 80.000 metros cuadrados y 1.000 puestos de trabajo llamados a impulsar la ciudad.
Sin embargo, el azote de la crisis fue fundamental para entrar en una senda de pérdidas que dura hasta la fecha. Todo apunta a que terminará cerrando, vendiéndose a otra empresa o reconvertido en un centro outlet.
¿El outlet es la solución?
La empresa está planteando reconvertir muchos de estos centros en formato outlet, mucho más baratos de mantener y con cierto éxito, como el centro Ademuz situado en Valencia.
Sin embargo, hay dificultades para que todos los centros que podrían terminar cerrando se transformen. La empresa no tiene tanta ropa sobrante a pesar de que está creando marcas exclusivas para este tipo de negocio.
Por otro lado, el hecho de pasar de cobrar un canon por venta a las marcas a cobrar una especie de alquiler puede dificultar que el stock aumente, ya que las firmas podrían plantearse la posibilidad de adecuar la oferta a la demanda con mayor exactitud.
¿Habrá una oleada de cierres masivos? Por el momento, es una posibilidad que está sobre la mesa, porque la empresa necesita reducir deuda y no puede permitirse pagar sueldos y costes de mantenimiento en centros que no generan rentabilidad.
Sin embargo, el cierre de todos los centros podría dañar la imagen de cara al público, por lo que cabe esperar que se puedan realizar escalonadamente en el caso de que los acreedores no impongan soluciones inmediatas. También hay posibilidades de reflotar los centros, con un plan que ya se elaboró en el pasado: incluir otras empresas como Primark, algo que sería fundamental para atraer nuevos visitantes en algunas regiones.