Bea Arthur fue una actriz norteamericana con una larga trayectoria. Desde que comenzara en la década de los 50, se caracterizó por haber protagonizado varios papeles en la televisión y en el teatro estadounidense. Muchos personajes después encontraría el papel de su vida, el de Dorothy Zbornak en la popular 'Las Chicas de Oro'. Es el personaje que todos recordamos de esta actriz comprometida desde siempre con los derechos de los animales, de las mujeres y del colectivo LGTB.
Por ello, cuando esta legendaria actriz murió en 2009, dejó 300.000 dólares de su herencia a Ali Forney Center, una organización de Nueva York encargada de dar cobijo a jovenes en casas de acogida con la que Arthur había colaborado durante sus últimos años. El destino de esa gran suma de dinero tenía como objetivo crear la Residencia Bea Arthur, enfocada exclusivamente a jóvenes LGTB que han sido expulsados de sus respectivas casas.
La residencia contará con espacio para hasta 18 personas y abrirá en febrero de 2017. El edificio se situará en la calle 13 del East Village de Manhattan y para ello sus 560 metros cuadrados han sido completamente rehabilitados. De hecho, la complicación de estas obras para habilitar al completo el edificio han retrasado su apertura de este verano al próximo mes de febrero.
Los jóvenes LGTB sin hogar, un problema reivindicado por famosas
Bea Arthur no es la única celebridad estadounidense que ha denunciado la grave situación que atraviesa el país norteamericano con el número de jóvenes LGTB que no tiene hogar. Hace unos años, la cantante Miley Cyrus protagonizó una de las reivindicaciones de este colectivo más visibles de los últimos años cuando, en la gala de los VMA's de 2014, dejó que un joven LGTB sin hogar recogiera el premio por ella cuando fue galardonada con el Mejor Vídeo del Año por 'Wrecking Ball'.
El joven que recogió el premio se llamaba Jesse y en el discurso de agradecimiento dijo que recogía el premio "en nombre de los 1,6 millones de jovenes sin hogar de los Estados Unidos que se mueren de hambre, están perdidos y asustados por sus vidas. Sé todo eso porque soy una de esas personas". El joven continuó explicando: "Aunque puedo haber sido invisible para vosotros en las calles, tengo los mismos sueños que muchos de vosotros".
Según un estudio del William Institute de Los Ángeles del 2012, cerca del 40% de los jóvenes sin hogar en Estados Unidos eran LGTB. De este 40%, se estimaba que un 68% no tenían hogar por haber sido expulsados de su casa por su propia familia. Además, se calcula que unos 60.000 jovenes de este espectro se encuentran únicamente en Nueva York.
