"Centrados en tu futuro". Ese será el lema de campaña que presentará el Partido Popular de cara a las próximas elecciones municipales y autonómicas que se celebran este mes de mayo. El anuncio llega pocos días después de conocer el resultado de las elecciones generales del 28 de abril, que supusieron la pérdida de 71 escaños en el Congreso.
El líder popular ha escuchado a sus barones y ha prometido recuperar el centro ideológico, calificando por primera vez a VOX como un partido de "ultraderecha". También habrá ataque contra Ciudadanos, a quienes consideran en el "espacio de la socialdemocracia". El partido naranja será una de las piedras angulares de su campaña, ya que ha estado a punto de superarles por 0,8 puntos y han vivido el temido sorpasso en plazas históricas como Madrid.
Pablo Casado ha celebrado un Comité Ejecutivo en el que se está analizando los motivos del resultado electoral con parte de la cúpula del partido. Posteriormente, mantendrá un almuerzo privado con los barones territoriales, en una conversación que se prevé más tensa y en la que se dibujarán las líneas generales de cara a la campaña electoral que ahora se abre.
El diagnóstico entre los afines del líder popular y los barones es distinto. Mientras que los primeros defienden que la caída se debe exclusivamente a la fragmentación del y que volverá tras los resultados como 'voto útil'; los segundos creen que el PP debe elaborar toda su estrategia. A tenor de los primeros movimientos, parece que ha triunfado la postura de los barones.
La situación en el partido es crítica, ya que el liderazgo de Casado se encuentra completamente cuestionado y muchos dirigentes temen que el sorpasso de Ciudadanos se materialice en las autonómicas y municipales, algo que pondría en riesgo el horizonte del partido.
Recortes internos
Por otro lado, el Partido Popular deberá realizar recortes internos ante la fuerte pérdida de subvenciones que sufrirá tras los resultados de estas elecciones. En total, entrarán ocho millones de euros menos, que se suman a una deuda de 25 millones que la formación arrastra.
Todo apunta a que la reestructuración se enfrentará después de los comicios, pero deberá hacerse de manera inmediata. Se habla de un posible ERE e incluso se ha llegado a plantear la venta de la sede, un edificio de siete plantas en una de las zonas más cotizadas de Madrid, aunque la dirección nacional lo niega.
Precisamente, la posiblidad de cambiar la sede de la calle Génova se había comentado ya en varias ocasiones. La más contundente llegó por parte de la exsecretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, que aseguraba que esa venta ayudaba a 'pasar página' de la corrupción que ha afectado a los populares.