La séptima ola descencadenada por las subvariantes de Ómicron BA.4 y BA.5 ha aumentado los contagios por coronavirus. Los expertos advierten sobre un nuevo sublimase de Ómicron, conocido como BA.2.75 o Centaurus, que podría presentar todavía mayor capacidad de transmisión.
Se ha detectado por primera vez en una secuencia tomada en India a principios de junio, pero ya se ha expandido por otros ocho países. Se trata de Japón, Alemania, Reino Unido, Canadá, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda.
BA.2.75 es una subvariante de 'segunda generación' y llega derivada de BA.2. Según los científicos indios, registra una ventaja de crecimiento del 18% sobre otros sublunares de Ómicron e incluye nuevas mutaciones en la proteína espiga, además de las mutaciones que ya se encuentran presentes en Ómicron.
Las más preocupantes son G446S y R493Q, ya que proporcionan a la variante la capacidad de evadir los anticuerpos. Este hecho permite que el virus tenga una mayor capacidad de escapar a la inmunidad proporcionada por las vacunas o generada por infecciones previas.
El laboratorio Bloom del instituto de investigación Fred Hutch ha tuiteado que esta variante es "digna de seguimiento" debido al apreciable cambio antagónico" y la ha situado en comparación con su precedente, BA.2.
Esta subvariante tiene 45 mutaciones en común con BA.5 y 15 son exclusivas. Entre ellas, destacan 8 mutaciones en la proteína Spike. G446S es una mutación que podría ayudar al virus a escapar de los anticuerpos provocados por las vacunas actuales, que "siguen siendo eficaces contra el BA.2".
Sin embargo, "tendría un efecto menor sobre los anticuerpos de las personas sanas con una infección previa producida por BA.1. Por lo tanto, la ventaja antagónica de BA.2.75 en relación con BA.2 será más pronunciada en personas que no han estado expuestas a BA.1", explica el laboratorio.
La mutación R493Q, por su parte, parece aumentar la capacidad del virus para unirse a ACE2, la proteína que el coronavirus utiliza para entrar en las células.
En estudio
Hasta la fecha, no hay evidencia que sugiera que el BA.2.75 conduzca a una forma más grave de infección, pero preocupa su capacidad de transmisión por su rápida expansión en India. En solo cinco días, la nueva subvariante representa el 18% del total de las muestras analizadas.
Los expertos sostienen que podría encontrarse detrás el fuerte incremento de contagios registrado recientemente en el país. En los últimos 10 días, el número de casos nuevos en India ha oscilado entre 15.000 y 19.000, mientras que en los últimos meses se mantuvo por debajo de los 3.000.
Fuera de sus fronteras, también se ha detectado en Nueva Zelanda, donde su Ministerio de Salud ha detectado el sublimase el pasado viernes. Afirma que "tiene algunas características que parecen mejorar su capacidad para evadir la inmunidad, similar a las subvairantes BA.4 y BA.5, y hay algunas pruebas preliminares en el extranjero de que puede ser más transmisible que BA.2. No hay evidencia actual de que conduzca a una enfermedad más grave, aunque la evaluación de la evidencias de encuentra en una etapa muy temprana".
Shay Fleishon, del Laboratorio Central de Virología del Centro Médico del Sheba, en Tel Hashomer, Israel, calificó a la nueva subvariante de "alarmante" y subrayó que, aunque es demasiado pronto para saber si será la "próxima variante dominante", podría implicar una tendencia futura.
El experto publicó un hilo de Twitter en el que señala una tendencia de variantes basadas en linajes de Ómicron con mutaciones en la sección S1 de la proteína de la espiga y, concretamente, en la parte de la proteína de la espiga que el virus utiliza para conectarse y entrar en las células, "a un nivel que no se había visto en las variantes de segunda generación".
Además, hasta ahora, estas variantes de segunda generación solo se habían encontrado en unos pocos casos dentro de una región. "Esta es la primera vez que una variante de segunda generación de Ómicron se extiende a múltiples regiones", señaló el médico israelí.