Si la gala de los Oscars dio de qué hablar por el error chapucero en el que se proclamó por error a 'La La Land' como mejor película del año, lo que ha hecho la televisión iraní con la ceremonia no tiene ningún desperdicio.
La polémica surgió a raíz de la entrega del Oscar a la mejor película de habla no inglesa. La estatuilla fue otorgada al director iraní Asghar Farhadi por su película 'El viajante'. Sin embargo, el cineasta no acudió a la ceremonia en protesta al veto a los musulmanes que impuso Trump.
Quienes anunciaron la estatuilla para Farhadi fueron Shirley McLaine y Charlize Theron. Sin embargo, la ganadora de un Oscar por 'Monster' tenía escote. Y, como el premio había sido muy bien acogido por la sociedad iraní, pero el gobierno no quería que se viese a una mujer vestida de tal forma, decidieron emitir la gala de la siguiente forma:
El país asiático mantiene una estricto código en torno a la vestimenta de las mujeres, impuesto desde la revolución iraní de 1979 tras el establecimiento de la República islámica, en la que se imponen todos los prefectos más rigoristas de la religión, en su rama chií.
Otros casos de censura en Irán
La censura vivida en la emisión de esta gala de los Oscars, no es nueva. Se produce tanto en el cine, como en los medios de comunicación.
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El cine tampoco se libra de la censura
Masih Alinejad, de la organización 'Women in the World', ha querido denunciar que la televisión estatal llega hasta extremos "absurdos" con tal de mantener los cuerpos de las mujeres cubiertos. No le falta razón.