Cecile Eledge, una mujer estadounidense de 61 años, está de enhorabuena: gracias a su solidaridad con su hijo, se ha convertido en madre y abuela a la vez de una hermosa pequeña llamada Uma.
El caso, que ha sucedido en el estado de Nebraska, ha dado la vuelta al mundo por algunas particularidades: el óvulo pertenece a la hija de Cecile y el semen del marido de su hijo Matthew. La madre-abuela ha sido la gestante y ahora su hijo podrá crear una familia en compañía de su marido.
La voluntad de Cecile para ayudar a su hijo fue total desde el primer momento: "Si queréis que sea la gestante, lo haré en un santiamén", se ofreció hace dos años cuando su hijo le comentó sus intenciones de formar una familia, tal y como cuentan a Buzzfeed los padres, Matthew Eledge y Elliot Dougherty.
Sin embargo, el proceso para tener a su hija ha durado mucho más tiempo. De hecho, antes de anunciar sus intenciones, la pareja llevaba varios años ahorrando dinero para sufragar los más de 40.000 dólares que costaba, solamente, el proceso de fecundación in vitro, a lo que hay que sumar los gastos médicos del embarazo y el parto.
Todo surgió como una broma
Lo cierto es que la propuesta de Cecile se tomó en un principio como una broma entre la familia. Pero poco después comenzó a plantearse en serio hasta que finalmente se ha convertido en una realidad. En ello también tuvo mucha influencia la doctora Carolyn Maud Doherty, que les tranquilizó ante el temor de que la edad de la gestante pudiera ser un riesgo para ella.
De hecho, la propia Cecile siempre ha sido muy cuidadosa con su propia salud, por lo que solicitó todos los informes médicos para garantizar siempre las condiciones idóneas. Por ello, el Hospital Metodista para Mujeres de Omaha, ciudad donde reside la familia, le hizo todo tipo de pruebas: citologías, análisis de sangre, de colesterol, de estrés, mamografías, ecografías... Gracias a ello pudieron certificar que se encontraba en las mejores condiciones y, sin duda, eso se ha demostrado durante todo el proceso del embarazo.
Eso sí, a pesar de todo lo idóneo, el acto de Cecile también implicaba cierto vértigo, puesto que los médicos hablaron de posibles complicaciones por la edad, como coágulos de sangre, problemas pulmonares y mayor probabilidad de sufrir una cesárea. Afortunadamente, la mayor complicación que vivió fueron algunas náuseas más frecuentes que en el resto de embarazos que ha vivido a lo largo de su vida.
Matthew había sido despedido como profesor cuando anunció su boda con otro hombre
La pareja ha sido la responsable de hacer pública su historia, pero con una finalidad muy necesaria: concienciar sobre la normalidad que entrañan las parejas homosexuales a la hora de formar una familia.
No podemos dejar de lado que ambos residen en una de las zonas más conservadoras del país. De hecho, el propio Matthew ya había sido despedido de su puesto como profesor en un instituto privado católico de Omaha cuando anunció sus intenciones de contraer matrimonio con su propia pareja.
El caso de Cecile no es único en el mundo. Por ejemplo, en 1987, Pat Anthony dio a luz a los trillizos de su hija en Sudáfrica cuando tenía 48 años; o la británica Edith Jones cuando tuvo a su nieta en 1996 para ayudar a su hija y su yerno a ser padres. Recientemente también se ha producido en Grecia el caso de Anastassia Ontou, que gestó con 67 años el bebé de su propia hija.
En España, este tipo de prácticas todavía son ilegales, por lo que las parejas que quieren recurrir a esta técnica deben contactar con agencias intermediarias para acudir a países en los que sí existe una legislación más permisiva con este tipo de casos.