Las posturas radicales de los partidos políticos, en ocasiones, se ven recompensadas en las encuestas e incluso las citas electorales. Así sucedió con la elección de Donald Trump en 2016 o el ascenso de los diferentes partidos de la ultraderecha fascista en varios países de Europa. España parecía estar vacunada ante esta gripe que recuerda al período previo a la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, como ocurre a veces con algunos medicamentos, esta inmunidad comienza a desfallecer. Vox, el partido de la ultraderecha liderado por Santiago Abascal, lograría un 2% de los votos de celebrarse ahora unas elecciones generales y conseguiría irrumpir en el Congreso de los Diputados con un escaño. Su postura radical y la continua convocatoria de manifestaciones a favor de la unidad de España en Madrid parece haberle dado alas. El partido favorable a la destrucción del Estado de las autonomías y en contra del aborto ha visto aumentado su número de afiliados en los últimos meses.
Pese a la insignificancia este posible resultado, su entrada en la Cámara sería un hito simbólico por los ideales que representa y defiende esta formación: la ultraderecha, que hasta ahora se había refugiado en el Partido Popular, una especie de suerte democrática que han vivido los españoles por su "neutralización" en las instituciones.
Por otra parte, Ciudadanos ve recompensada su línea dura contra los independentistas y conseguiría dar el 'sorpasso' a Unidos Podemos, como llevan anunciando diferentes encuestas en los últimos meses. El partido socialista liderado por Pedro Sánchez afianza su progresiva escalada y el PP ganaría las elecciones con un resultado inferior al 26-J.
La derecha se afianza
Corren malos tiempos para la izquierda en España. La postura ambigua defendida por Pablo Iglesias, partidario de un referéndum pactado; contrario a la aplicación del 155 y defensor, en ocasiones, de los independentistas, ha provocado que el partido morado se hunda desde el 21,1% y los 71 escaños conseguidos el 26 de junio de 2016 hasta el 15,7% y solo 45 diputados en la actualidad, según el último sondeo de SocioMétrica realizado para el diario 'El Español'.
Por su parte, la derecha se afianza en las encuestas pese a la caída del partido de Rajoy. Ciudadanos aumentaría desde el 13,1% y los 32 escaños del 26-J hasta un espectacular 20,6% que le darían 70 asientos en el Congreso. El PP desciende desde el 33,03% y los 137 diputado actuales hasta el 27,5% y los 117 representantes. Los electores benefician la línea dura contra el independentismo y castigan los tiempos dilatados otorgados por Rajoy y, probablemente, parte de su corrupción, pese a que el partido del Gobierno ha aprovechado la crisis catalana para ocultar toda la putrefacción corrupta que le rodea.
La suma del PP y Ciudadanos daría una holgada mayoría absoluta de 187 diputados al centro derecha. A este nuevo rodillo parlamentario de la mencionada ideología se sumaría, por primera vez, el diputado de la ultraderecha representada en Vox. Su entrada al Parlamento rompería el mito de que en España el fascismo se encuentra neutralizado y aglutinado dentro del partido fundado por el ministro franquista Manuel Fraga, es decir, el PP.
La estrategia de Pedro Sánchez de situarse en la izquierda bajo el lema 'Somos la izquierda' -para rebatirle el puesto a Unidos Podemos- y, a su vez, defender la unidad de España situándose del lado del Gobierno en la aplicación del artículo 155 de la Constitución, parece estar funcionándole. Los socialistas verían recompensados sus postulados, según el mismo sondeo, y arañarían varios escaños. Del 22,7% y los 85 diputados actuales escalarían hasta el 24,8% y los 95 parlamentarios. La suma con Podemos daría a la izquierda tan solo 140 diputados, algo que aumentaría aún más la brecha existente entre ambas formaciones.
Los partidos nacionalistas y/o independentistas apenas varían sus datos. ERC alcanza ocho diputados; PDeCAT seis; PNV cinco; EH Bildu dos y Coalición Canaria uno.
La valoración de los candidatos
En la encuesta de 'El Español', los ciudadanos premian las valoraciones de Albert Rivera, Pedro Sánchez, Mariano Rajoy y Felipe VI. Sin embargo, Pablo Iglesias y Alberto Garzón salen mal parados de los sondedos. Los españoles dan al rey un notable, con un 7,2 sobre 10. Entre los líderes de los cuatro principales partidos, Rivera es el mejor valorado, aprobado con un 53%. Sánchez sube al 41,5% y Rajoy al 38,8%, pero ambos siguen sin llegar tan siquiera al aprobado. Por su parte, Garzón se desploma al 25,7% e Iglesias se consolida como el peor valorado con una popularidad de tan solo el 18,1%.
El líder de Podemos está atravesando una grave crisis debido a su postura en el conflicto catalán, siempre según los sondeos. La imagen de Iglesias entre sus votantes ha descendido del 76% que tuvo a finales del año pasado en la misma encuesta al 56,6%. A Garzón le ocurre practicamente lo mismo: en junio gozaba el 81% de popularidad entre sus votantes y el sondeo de noviembre le otorga solo un 49,7%, por debajo de Iglesias.
Sin embargo, los líderes de los llamados 'partidos constitucionalistas' aprueban entre sus votantes gracias a su manejo de la crisis con Cataluña. Rivera aprueba con el 93,2%; Rajoy con el 89,6% y Sánchez obtiene el 62,6%.
La encuesta de SocioMétrica fue realizada entre el 27 de octubre, día en el que el Parlament declaró la independencia y proclamó la República Catalana, y el 3 de noviembre, tras el encarcelamiento de Oriol Junqueras y parte de los exconsellers ordenado por la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela. Pese a estos datos, no deja de ser un sondeo más que podría estar alejado de la realidad, como últimamente le ocurren a muchas encuestas (Trump, Brexit, 'sorpasso' fallido de Podemos a PSOE...).