La noche electoral del 27 de septiembre ha dejado unos resultados que serán fruto del análisis y la polémica durante los próximos días, meses e incluso años. Los catalanes, llamados a votar para dirimir el futuro de su comunidad, han acudido en masa a las urnas (77,46%) y han expresado sus preferencias de la siguiente manera:
Mayoría absoluta: 68 escaños.
Junts pel Sí - 62 escaños (39,57%); Ciutadans - 25 escaños (17,91%); PSC - 16 escaños (12,72%); Catalunya Sí que es Pot - 11 escaños (8,93%); PP - 11 escaños (8,50%); CUP - 10 escaños (8,21%)
1 Junts pel Sí gana, Mas pierde, ¿y ahora qué?
I inde independencià, i inde independencià. Así coreaban los simpatizantes de la lista de Junts pel Sí los resultados de la noche electoral. Banderas independentistas ondeaban al viento a medida que avanzaba el escrutinio. Y es que nadie puede negar que Junts pel Sí ha ganado las elecciones. Más allá de futuros análisis sobre ganar perdiendo o perder ganando con los que se llenarán páginas de periódicos y minutos de tertulias, con el 39,65% de los votos y 62 escaños en el futuro Parlament de Cataluña, Junts pel Sí es la fuerza más votada. 62 escaños que engloban las siglas de Convergencia y Esquerra Republicana de Catalunya, quienes obtuvieron 71 en 2012.
Que hayan sido finalmente 62 escaños no es baladí. Os explicaré por qué. La lista independentista necesita el apoyo de la CUP para investir a (introduzca aquí nombre del candidato) como futuro President de la Generalitat. Esto es así, ya que una hipotética abstención de la CUP -quien afirmó que jamás apoyaría la investidura de Mas como President- no sería suficiente. Las demás fuerzas políticas (excluyendo Junts pel Sí y la CUP) suman 63 escaños y votarían en contra de cualquier candidato independentista. Por tanto, será necesario encontrar un candidato de consenso. Artur Mas, quien ha dirigido la Generalitat durante los últimos años, muy probablemente no volverá a hacerlo. El procés gana, Mas pierde. Quizá y sólo quizá, esta sea la razón por la cual Oriol Junqueras y no Mas abrió anoche la ronda de intervenciones de Junts pel Sí ante su electorado.
El proceso independentista, eso sí, sigue su hoja de ruta. Sin dominar la ciencia de la futurología, lo más probable es que los pasos iniciales hacia la posible independencia de Cataluña sean más tibios al principio y se vayan fortaleciendo a medida que pasa el tiempo. No es una cuestión de esperar el tic-tac del reloj, sino de un probable -y deseable, desde las tesis independentistas- cambio de filas en la Presidencia del Gobierno de España, que deje a un lado el inmovilismo actual del Partido Popular y aúpe al poder a una figura más abierta al diálogo. Este escenario plantea, sin embargo, algún interrogante. ¿Aguantará el electorado de Junts pel Sí hasta las elecciones generales para ver a sus representantes dar pasos firmes hacia la prometida independencia?
2 Ciudadanos, primera fuerza unionista
Como ya auguraban todas las encuestas, Ciudadanos se ha consolidado como primera fuerza política entre los partidos unionistas. Una Inés Arrimadas exultante y un Albert Rivera henchido de felicidad celebraban anoche junto a los suyos los resultados obtenidos, 25 escaños los avalan. Y es que, a pesar de los buenos presagios, pocos esperaban unos resultados tan buenos.
"Ha ganado el NO a la independencia" afirmaba Arrimadas, quien incluso se atrevió a pedir la dimisión de Artur Mas y la convocatoria de unas nuevas elecciones donde se presenten los partidos con un programa "real" para gobernar Cataluña. Ciudadanos se ha consolidado como segunda fuerza en todas las provincias de Cataluña y ha fagocitado en gran medida el voto al Partido Popular. Hoy, la marca Ciudadanos genera ilusión. Es un hecho innegable. Así lo han manifestado al menos 700.000 catalanes y podemos estar ante unos resultados trampolín hacia las generales. Solo el tiempo lo dirá.
3 Iceta no lo peta, la CUP sí
#Icetalopeta fue un hashtag muy extendido en las redes sociales desde el famoso baile del candidato del PSC en un mitin de campaña. Su popularidad subió como la espuma y comenzamos a vislumbrar a un candidato que se encontraba en la penumbra mediática. Finalmente, Iceta no lo ha petado, aunque tampoco ha decepcionado. En la línea de los vaticinios electorales, la formación de la rosa en Cataluña se consagra como tercera fuerza política y entra en el Parlament con 16 escaños, lejos aún de los 20 que consiguiera en 2012.
Quien sí lo ha petado y podría haber bailado al ritmo del Don't stop me know de Queen hasta altas horas de la madrugada ha sido la CUP. La formación anticapitalista e independentista ha aumentado de forma espectacular su presencia en el Parlament con 10 escaños y lo que es más importante, será clave a la hora de formar Gobierno y establecer los futuros pasos que se seguirán en Cataluña. David Fernández, quien liderará esta formación en el Parlament hasta la convocatoria de elecciones, ha asegurado que "tendrán la mano abierta por la independencia, el puño cerrado contra los recortes y se situarán totalmente en contra de la corrupción."
4 Catalunya Sí que es Pot decepciona
La amalgama de partidos (ICV, Podem, EUiA y Equo) que se encuentra detrás de esta formación no ha conseguido movilizar al electorado y se ha convertido en una de las decepciones de la noche de ayer. Para poneros en situación, ICV-EUiA consiguió, en solitario, 13 escaños en 2012. Ayer, CatSíQesPot, tan solo 11. Podemos no ha mostrado su fuerza en Cataluña.
Un mal candidato, un nombre largo y difícil de recordar para un partido político y su tibio posicionamiento en el cleavage pro o anti independencia pueden ser algunas de las claves para entender su fracaso. El mensaje contra los recortes y la corrupción no ha sido el principal asunto a la hora de movilizar el voto en Cataluña pero, ¿lo será en diciembre en las generales? ¿Aprenderá alguna lección Podemos de estos resultados? Coleta morada, Cataluña no fumar contigo la pipa de la paz.
5 El PP a la deriva, Unió hundido
Xavier García Albiol -candidato del PP de Cataluña- reconocía ayer que los resultados obtenidos eran decepcionantes. 8 escaños menos que hace tres años es un duro varapalo para un partido político que se sitúa en la Presidencia del Gobierno de España, a la vez que en Cataluña queda relegado a la irrelevancia del quinto puesto en cuanto a apoyo electoral. Plantemos cara, el lema de campaña del Partido Popular en Cataluña, quizá no fuera el más acertado. Invita a la rivalidad y al enfrentamiento, y a pesar de tener un candidato de gran altura -literalmente, 2,01 m-, han perdido el combate por KO.
A Unió, socios de Gobierno de Mas hasta la convocatoria de elecciones anticipadas, ni está ni se le espera. No ha conseguido sobrepasar la barrera del 3% y no obtendrá representación en el Parlament.
6 ¿Elecciones plebiscitarias o autonómicas? 47% al sí
Esta ha sido la eterna pregunta en campaña electoral. Son unas elecciones autonómicas, ya que así están consideradas legalmente. Pero también son plebiscitarias. Esto es así ya que todos, y recalco, TODOS, han leído, analizado y ejecutado las elecciones en clave plebiscitaria. Sino, no se entiende que tanto unos como otros hagan referencia a la victoria del SÍ o del NO. ¿SÍ o NO a qué, si se trata de unas meras elecciones autonómicas?
Dicho esto, las lecturas pueden ser varias, pero los datos nos anuncian que las formaciones que llevaban en su programa electoral la independencia suman el 47,79% de los votos. Una cifra nada desdeñable, pero que se queda a las puertas del 50%. La mitad de los votos no cambiarían la relación de fuerzas en el Parlament, pero sí legitimarían a los independistas de cara a un posible "cese de la convivencia" con España. Mas y compañía, de nuevo, tienen un problema con el 3%.
Cataluña está fracturada en dos bandos y la grieta que los separa crece y crece con el paso del tiempo. Si no se pone remedio (y quizá ya llegamos tarde), esta fractura tardará generaciones en arreglarse. El mensaje es claro: ha llegado la hora del diálogo. Que se aparten aquellos que por nula voluntad o incompetencia no están a la altura. Ni Cataluña ni España se los pueden permitir.