La próxima semana los estudiantes españoles llegarán a sus casas con el boletín de notas correspondiente a la primera evaluación del curso. Sin embargo, en Cataluña los más pequeños no recibirán unas calificaciones al uso, pues Ensenyament ha eliminado el sistema de notas del 0 al 10 en educación primaria.
La excelencia ya no se mide en una escala de 10
Desde los colegios se ha estado informado a los padres sobre esta novedad para que todas las familias puedan entender sin problemas el informe sobre el progreso académico de los niños. Este año las calificaciones se reflejarán en cuatro únicas categorías: logro excelente, logro notable, logro satisfactorio y no logro, en el caso de las asignaturas suspensas. A principios de curso, la consellera Meritxell Ruiz anunció ya este cambio en el método de evaluación para el curso 2016-2017.
Desde el año 2013, Cataluña está potenciando un sistema de aprendizaje por asimilación de competencias y no por conceptos. De este modo, las calificaciones han tenido que ser adaptadas para poder evaluar correctamente el trabajo de los alumnos, quienes han sido informados de los criterios de evaluación aplicados a las diferentes materias.
El nuevo método evaluativo forma ahora parte del proceso mismo de aprendizaje y los docentes podrán calificar a cada alumno siguiendo un plan individualizado con criterios del curso en el que están matriculados, o de cursos inferiores o superiores si fuese necesario.
Este cambio contradice las disposiciones de la LOMCE, que señala que las calificaciones se establecen de forma numérica de 0 a 10.
Primaria, en el punto de mira
En las últimas décadas, diferentes leyes de educación han ido sucediéndose en España con el objetivo de configurar un sistema educativo de calidad mediante constantes modificaciones en las bases que regulan los planes de enseñanza. Estos cambios no siempre han sido acogidos favorablemente entre la comunidad de padres y estudiantes, siendo la Ley Wert (2013) la norma que mayor oposición popular ha registrado.
En este clima de vaivén político, la educación primaria ha ocupado siempre un papel destacado en los debates sobre cómo diseñar un plan educativo adecuado para los más pequeños. Los aspectos de las leyes de educación relacionados con la educación primaria han sido siempre examinados con lupa por la comunidad escolar, en la que los padres y las madres adquieren un gran protagonismo. No solo las calificaciones han sido puestas en entredicho sino también los deberes en casa, asunto que este mismo año derivó incluso en una campaña de Charge.org para racionalizar las tareas escolares que se mandan hacer en casa.