Parece que Jordi Pujol Ferrusola, el hijo mayor del expresidente de la Generalitat, tiene muchas llamadas que hacer desde la cárcel, más de las 10 que le corresponden semanalmente.
El hijo mayor de la familia Pujol fue condenado a la cárcel el pasado mes de Abril y ya ha sido castigado por la Comisión Disciplinaria del centro penitenciario Soto del Real en Madrid tras trapichear varias veces con tarjetas de teléfono.
Pujor Jr. utilizó códigos de teléfono de otro preso, el que fue en una ocasión su compañero de celda. El preso en cuestión lleva desde 2016 en la cárcel y habían tenido roces en su convivencia, aunque a pesar de ello le prestó sus códigos.
Discusiones en la celda
La administración de la cárcel accedió a cambiarle de celda, y a pesar de haber tenido sus discrepancias, el preso aceptó cederle parte de su cupo de llamadas. Como compensación Jordi Pujol le regaló una tarjeta de teléfono con cinco euros y otra ya utilizada.
Este intercambio de tajetas es un comportamiento irregular en la cárcel y por eso el empresario ha sido castigado.
No tuvo más remedio que reconocer los hechos
El excompañero de celda de Jordi Pujol explicó que discutían mucho y que un tema recurrente era el uso de la televisión, ya que Pujol le "coaccionaba para cambiar de canal cuando salían informaciones relativas a España".
La administración de la cárcel accedió a cambiarle de celda, y a pesar de haber tenido sus discrepancias, el preso aceptó cederle parte de su cupo de llamadas. Como compensación Jordi Pujol le regaló una tarjeta de teléfono con cinco euros y otra ya utilizada.
Este intercambio de tajetas es un comportamiento irregular en la cárcel y por eso el empresario ha sido castigado.
No tuvo más remedio que reconocer los hechos
[img=Si quiere salir de la cárcel, Jordi Pujol deberá pagar una fianza de 3 millones de euros"
Tras ser pillado cometiendo la irregularidad, no tuvo más remedio que reconocer sus actos, y aunque la primera vez fue un aviso, esa misma tarde fue sorprendido haciendo lo mismo con los códigos de otro preso.
El castigo que le han impuesto por las dos faltas graves cometidas es el de la suspensión de los actos recreativos durante 60 días. Durnate este tiempo no podrá acudir ni disfrutar de las actividades cultuales y deportivas del centro.
Se le acusa de incumplir sus obligaciones como interno y de haberse concertado de forma fraudulenta con otro interno.
