El asesinato de Asunta Basterra ha regresado a la actualidad después de que la plataforma Netflix haya lanzado una nueva ficción que recrea el caso y desvela algunas de sus incógnitas, 'Caso Asunta. La producción de Ramón Campos ha traído nuevamente de actualidad el proceso judicial iniciado por la muerte de la niña, que fue encontrada en una zona boscosa en septiembre de 2013.
Rosario Porto murió en la cárcel al quitarse la vida en 2020, mientras que el padre de la menor, Alfonso Basterra, continua en prisión cumpliendo la condena de 20 años impulsar a ambos y afirma que seguirá los pasos de Rosario cuando abandone el penal.
En este contexto, toman relevancia algunos detalles, entre los que destacan las cartas que Rosario y Alfonso se escribieron durante las jornadas previas a la publicación de la sentencia, cuando se encontraban en la cárcel de Teixeiro.
"He tomado la decisión respecto a lo que será mi vida"
Las cartas que ambos se escribieron evidenciaban que todavía mantenían un fuerte vínculo e incluso se apoyaban en los escritos. En uno de los textos que Rosario envió a Alfonso, le expresaba: "Me han informado de que, si insistes, tienes todo el derecho a seguir".
Porto muestra en su carta, publicada por El Correo Gallego, una sensación de desesperación por su situación judicial y cierto arrepentimiento cuando expresa remordimientos por haberse quejado de Asunta. "Hay días en los que me pregunto si vale la pena seguir luchando", se cuestiona en una delas cartas, llegando a escribir que incluso renunciaría a la mitad de años que le quedaban de vida solo por recuperar a Asunta.
Alfonso, por su parte, también le remite escritos. En ellos, le llega a expresar que tiene entre sus planes quitarse la vida: "Pleno de sentido común y de tranquilidad y paz interior, he de decirte que trataré a la mayor brevedad posible reunirme con Asunta".
Luego, expresa su confianza en abandonar pronto el penal: "Mi verdad y mi inocencia me sacarán más tarde o más temprano de prisión, lo mismo que a ti". Las cartas se enviaban a través de mensajeros dentro de la prisión, con los que burlaban la seguridad de la cárcel, como desvela la periodista Cruz Morcillo en el programa 'Y ahora Sonsoles'. Por estos hechos fueron penalizados y después la relación fue empeorando entre ambos.
La muerte de Rosario Porto
La sentencia por el caso Asunta se hizo pública en el año 2015. Durante las cartas, Alfonso expresa a Rosario su intención de quitarse la vida, sin embargo, quien dio este paso finalmente fue la madre de Asunta Basterra, concretamente en noviembre de 2020.
Los hechos ocurrieron en la cárcel de mujeres de Brieva (Ávila), dos meses después de que le fuera denegado un permiso penitenciario que había solicitado al cumplir la cuarta parte de la condena. Rosario había saludado aquel día a los funcionarios que realizan el recuento a primera hora y se había preparado para bajar al desayuno, pero no llegó.
Cuando los funcionarios comprobaron que no se encontraba en el comedor, la encontraron en su celda, que no compartía con nadie, ahorcada con un cinturón de tela, probablemente hecho con las sábanas, ante una ventana.
A pesar de que intentaron reanimarla, como también realizaron los efectivos del 112 desplazados, no pudieron salvar su vida. Los trabajadores expresaron que había superado la depresión que había desaconsejado su traslado a la prisión de A Lama (Pontevedra) y su celda estaba completamente recogida. En aquella época, se encontraba prácticamente aislada por la pandemia y solo unas primas acudían a visitarla, se consideró que había preparado su muerte con gran antelación.
Alfonso Basterra, mientras tanto, continúa en prisión cumpliendo la pena de 20 años por el asesinato de Asunta. A pesar de que ha solicitado el tercer grado, las autoridades han denegado esta posibilidad alegando falta de arrepentimiento.
Durante su estancia en prisión ha pasado por varios módulos y, por su carácter frío, ha sido designado en varias ocasiones como preso sombra para otros internos a los que se ha aplicado el protocolo antisuicidios. Una medida que también se extendió sobre él después de que Rosario se quitase la vida, de modo que estuvo completamente vigilado de forma permanente por otro preso.
Basterra se encuentra en un Módulo de Respeto en el que se sitúa como factor fundamental la participación en la vida, tareas y decisiones. Suele cumplir habitualmente las normas de convivencia de forma estricta y trabaja en la biblioteca.