El Instituto de Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses ha anunciado que analizará muestras de pelo del crimen de Alcasser y los comparará con las de siete hombres que en su día fueron considerados sospechosos.
Dentro de estos siete hombres, tres personas son hermanos de Antonio Anglés. Otro es Miguel Rícart, único condenado por los crímenes. Los otros tres son personas relacionadas también con Anglés, por ser compañeros de delincuencia o por estar relacionados con él en la venta o consumo de drogas.
Así, este laboratorio ha remitido un escrito al Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira, el responsable de la investigación, en el que informa de que estas pruebas, que se ordenaron ya el pasado octubre, serán cotejadas por este laboratorio en sus departamentos de Madrid y Barcelona.
Los responsables del laboratorio han acordado que se hará un determinado análisis de una zona del ADN mitocondrial, para que, en función de los resultados obtenidos, se valorará la posibilidad o no de ampliar ese análisis a otra región del ADN.
De esta forma, los laboratorios de Madrid y Barcelona compararán las muestras de ADN que se puedan extraer de los pelos localizados en la fosa donde se enterró a las tres niñas y otros encontrados en la caseta de La Romana, especialmente sobre un colchón, con los perfiles de los siete hombres sospechosos.
29 años del crimen
El pasado 27 de enero se cumplieron 29 años del hallazgo de los cuerpos de Miriam, Toñi y Desirée, las tres chicas de entre 14 y 15 años que habían desaparecido justo dos meses antes. Sus cadáveres fueron encontrados por dos apicultores en un paraje cercano al pantano de Tous denominado La Romana.
En su momento, en 1997, la sentencia dictada por la Audiencia de Valencia y que luego fue confirmada por el Tribunal Supremo, dictó que "Miguel Ricart, en compañía de otro varón identificado y que no se encuentra a disposición del Tribunal -en referencia a Antonio Anglés-, y posiblemente de alguna otra persona más, secuestraron a las tres adolescentes para satisfacer sus deseos sexuales".
La investigación judicial sobre lo sucedido está totalmente agotada, aunque queda abierta una vía dedicada exclusivamente a la localización de Anglés, en paradero desconocido y al que se considera uno de los prófugos más buscados de toda Europa.