El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, se encuentra de visita en Barcelona para convocar el congreso extraordinarion en el que se elegirá al sucesor de Xavier García Albiol. Allí, el líder del PP ha aprovechado para opinar sobre el partido de extrema derecha, Vox. La formación llenó ayer 7 de octubre el Palacio de Vistalegre en Madrid, provocando diversas opiniones entre el resto de partidos políticos.
"Todos aquellos militantes que asistieron al acto tienen mi respeto porque compartimos muchas ideas y otras no", declaró el líder Popular. Lejos de criticar a la formación, Casado ha recalcado que mantiene "una excelente relación" con su presidente, Santiago Abascal.
Su objetivo, mantiene, es "liderar el centro-derecha en España" y recalca que es muy importante "optimizar esfuerzos". Explica que el PP es la fuerza hegemónica del centro-derecha, pero hace un llamamiento a todos los grupos que se encuentran a la derecha del PSOE, para evitar la fragmentación, que "nunca ha sido buena", unirse y "echar a Pedro Sánchez cuanto antes."
La cuestión catalana
Casado asegura que el PP es "la única fuerza que puede garantizar la libertad de Cataluña". Asimismo, ha considerado conveniente equiparar la situación que viven los integrantes de su partido en Cataluña con el terrorismo de ETA. Argumenta que a los miembros del PP "nos insultan nos agreden y nos escrachean".
También, poco más de un año después de la marcha que organizaron los partidos constitucionalistas como contestación al 1-O, el líder popular ha hecho un símil con el Espíritu de Ermua, el movimiento cívico surgido tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco por ETA.
Volver al bipartidismo
Desde su ideario de refundación de la centro-derecha española, declara que su modelo parlamentario ideal sería parecido al de 1993, cuando entre el PP de Aznar y el PSOE de Felipe González ocupaban 310 de los 350 escaños del Congreso. Además, también habla de lo que él considera una oposición ideal: "un partido a la izquierda del PSOE que hubiera hecho de complemento y que hiciera que no se dependiera de los partidos nacionalistas".
