Surrealista. Así se puede definir el momento que han vivido los Mossos d'Esquadra con un carterista, cuando llamó directamente a la policía catalana porque una patrulla ciudadana no le dejaba entrar en el metro de Barcelona.. con el objetivo de robar.
La realidad de la historia es que los vecinos ya estaban cansados de que cada viaje se convirtiera en una ventura, puesto que llevan años persiguiendo a los carteristas que campan a sus anchas por el suburbano de la Ciudad Condal.
Las patrullas ciudadanas se dedican a luchar contra los robos en el suburbano y lo hacen señalando a los carteristas, muchos de ellos ya viejos conocidos de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Se trata de ua iniciativa que, en este caso, ha dejado una situación cuanto menos insólita. Un carterista pidiendo ayuda a los Mossos, reconociendo que es ladrón y afirmando que este es el motivo por el que la patrulla no le deja acceder a las instalaciones.
"Acosado"
El ladrón reconoce su 'trabajo' y afirma que se siente acosado. En su llamada al 112, afirma que los ciudadanos no le dejan entrar porque sabe lo que ba a hacer dentro. La persona que está al otro lado del teléfono no puede creer lo que está escuchando. "Soy carterista, señor, pero yo no estoy robando, manden patrulla". En ese momento, le cuelgan el teléfono.
Ante su desesperación, el delincuente finalmente opta por pedir un taxi porque necesita realmente el transporte, pero el conductor finalmente acelera y rechaza al cliente. Con la pandemia y la distancia de seguridad, los carteristas habían abandonado el metro. Ahora, vuelven a la carga y con ellos y al acecho, la peculiar vigilancia de la patrulla ciudadana.