España vive un período político totalmente inédito en la historia de su corta democracia, motivado principalmente porque cuatro partidos y no dos se tienen que poner de acuerdo para gobernar el país, además del desengaño generalizado que muchos españoles manifiestan con la clase política, motivado por el incumplimiento de grandes promesas electorales o los continuos casos de corrupción que salen casi a diario en las noticias.
En Los Replicantes hemos removido las arcas de nuestra hemeroteca (por así decirlo) y hemos encontrado siete carteles y comentarios que, de no ser por el olor a naftalina, bien podrían referirse a nuestro panorama actual. Podemos y Ciudadanos no han inventado 'el cambio', el gran protagonista de la nueva política, ni los de Pablo Iglesias son los primeros en ser acusados de aliarse con toda clase de agentes del mal.
1 El 'cambio' lo inventó Felipe González
Este jueves, en una entrevista concedida a El País, el expresidente calificó a Podemos de "leninismo 3.0" por su planteamiento reformista, cercano, según él, a "sus aliados en Venezuela". Sin embargo, en 1982 Felipe González animaba a los votantes a introducir en las urnas las papeletas del PSOE con el lema "Por el cambio", el famoso cambio del que tanto se está hablando en España desde que Podemos y Ciudadanos irrumpieran con fuerza en la escena política.
Entendemos la confianza en el eslogan, ya que en aquel momento el PSOE consiguió protagonizar el 'cambio' y echar del Gobierno a UCD con 202 escaños. Por entonces, 'el cambio' venía motivado por la transición de la dictadura a la democracia y, hoy, se revela contra el bipartidismo PP-PSOE al que González, paradójicamente, anima a pactar y formar Gobierno.
2 El sillón del centro ya estaba ocupado antes de Ciudadanos
Lo han dicho de todas las maneras posibles, como la infografía de la carretera que muchos recordamos en la que Ciudadanos es el gran camino de en medio. Albert Rivera se empeña en presentar al partido naranja como una opción renovadora de centro que ni es nueva ni, para muchos, de centro. En 1977, Adolfo Suárez fundó Unión de Centro Democrático (UCD), un partido que aglutinaba a pequeños partidos y formaciones y que logró más de 160 escaños en las primeras elecciones de nuestra democracia (no en todo se iban a parecer UCD y Ciudadanos).
Seis años después, UCD acabó disolviéndose y gran parte de sus miembros acabarían en el germen del PP. Hasta Alberto Ruiz Gallardón acabó declarándose que era "de derechas, como UCD". Pero... ¿no era de centro?
3 Los tripartitos no son algo nuevo en Cataluña
Cuando en 2015 PP, Ciudadanos y PSC denunciaron ante el Constitucional la declaración unilateral de independencia de Cataluña muchos recordaron que los socialistas ya habían protagonizado un tripartito con anterioridad. Se referían a 2003, cuando PSC, ERC y los verdes catalanes se unieron para presidir la Generalitat. Sin embargo, tampoco inventaron nada por entonces pues, en 1977, PSC, Esquerra Democràtica de Catalunya y Convergència Democràtica de Catalunya (con Jordi Pujol) concurrieron juntos a las urnas, logrando 11 diputados.
4 En Podemos no son los únicos "inexpertos" con "programas inaplicables"
Quizás Felipe González no debería ser tan crítico con el partido de Pablo Iglesias, dado que él mismo sufrió en sus carnes críticas parecidas a las que se le dedican hoy a Podemos, cuando los partidos de la oposición, principalmente los que integraban UCD, temblaban ante la irrupción de los socialistas. Echando un ojo al ABC de 1982, año en que el PSOE ganó las elecciones con el lema del 'cambio', vemos cómo Pablo García (CDS) mostraba su desconfianza al partido de González: "el PSOE tiene un programa inaplicable y gente inexperta".
Durante la campaña de antes de las elecciones, el 3 de octubre, se analizaba la evolución del PSOE de "veleidades izquierdistas" a una propuesta más moderada, postura que se siguió cuestionando una vez hubieron ganado los comicios, como si fueran a desatar una rebelión soviética: "me preocupa esa aparente moderación del PSOE. ¿Tú crees que la mantendrá?". ¡Si es que hasta se hacían apuntes sobre la imagen de González y su decisión de ponerse corbata una vez entrados en campaña!
¿A nadie le suenan estas advertencias? ¿Se desató algún tipo de catástrofe de carácter apocalíptico después de que Felipe González gobernara España durante 14 años?
5 Puigdemont ya existía en los 70
Y a raíz del cartel catalán de 1977 y poniéndole un poco de humor, descubrimos un fallo en Matrix muy gordo. No es que Puigdemont ya existiera en los 70, puesto que 'nació' en 1962... ¡es que desde entonces ha rejuvenecido! El recién nombrado President es todo un caso de Benjamin Button, a juzgar por su enorme parecido con Ramón Trías Fargas (el de la izquierda en el cartel de arriba).
La vida es definitivamente cíclica y se repite en ciclos muy, muy cortos: Trías también luchó por la independencia catalana y, curiosamente, acabó en CDC, el partido de Puigdemont. Sospechoso...
6 Rivera no fue el primero en desnudarse
Con el destape ya en su ocaso, las Juventudes Socialistas de Euskadi revolucionaron las elecciones de 1989 con un cartel en el que figuraban dos mozos ligeros de ropa bajo la sugerente frase "nos quedan muchas cosas por hacer juntos". Aunque aparecían más recataditos que Albert Rivera en 2006, la foto revolucionó y mucho a los vascos, quizás por el hecho de que había sido robada: en realidad formaba parte de una campaña publicitaria de Danone, cuyo eslogan original era "cuerpos Danone, Desnatados Danone". Tuvo que ser retirada inmediatamente.
7 Falange Española, la yaya de la política actual
Si hablamos de ciclos que se repiten no podemos dejar de lado a Falange Española. El partido heredero de la extrema derecha del siglo XX se fundó en 1976 y, desde entonces y en combinación con diferentes formaciones, se vienen presentando a las elecciones con un mensaje que repite la supremacía nacional como si de un mantra se tratara. Sus resultados, prácticamente nulos, se repiten también en cada comicio. En las últimas elecciones cosecharon 7.591 votos, un 0,03%.