Laura Luelmo fue asesinada y violada el pasado 12 de diciembre en la localidad de El Campillo. El autor fue Bernardo Montoya, un ex recluso que había sido condenado previamente por asesinato y agresión sexual.
La familia de Laura Luelmo ha permanecido hasta ahora en una posición discreta y prácticamente no ha aparecido ante las cámaras. Pero, ahora, han decidido romper su silencio con una carta expedida a las Cortes de Castilla y León, en la que piden responsabilidades directamente al Estado y le acusan de "haber fracasado estrepitosamente al no ser capaz de garantizar el derecho a la vida y la integridad física de nuestra hija al exponerla a un ser montruoso que, habiendo pasado por instituciones penitenciarias con el fin último del cumplimiento de su pena y su total rehabilitación para la inserción social, en el momento en que sale en libertad comete de nuevo, en la persona de nuestra hija, los dos actos por los que fue anteriormente condenado (asesinato y agresión sexual)".
"Los monstruos no pueden convivir en una sociedad a la que odian"
En el interior de la carta, la familia se muestra profundamente afectada pero también indignada ante lo ocurrido, por lo que exigen a los políticos que "sientan, piensen, reflexionen y se pongan en su lugar para que actúen". Aunque los padres de Laura Luelmo agradecen a los parlamentarios castellanos y leoneses el gesto que tuvieron al guardar un minuto de silencio en la Cámara, consideran que se merecen bastante más que eso, por lo menos "una disculpa y una petición pública de perdón del Estado por su tremendo fracaso en la no consecución del cumplimiento de la pena".
Además, la familia reivindica el cumplimiento íntegro de las condenas. Aunque no se pronuncian en cuanto al debate sobre la prisión permanente revisable (como sí lo han hecho los padres de Diana Quer o Juan José Cortés), sí reclaman una revisión del Código Penal para que estos delitos sean "real y duramente castigados y no solo publicamente recordados"
En cuanto al debate de la reinserción sí se pronuncia la familia, que advierte de que "la buena conducta en la cárcel" no debe ser tenida en cuenta porque en prisión "no se dan las condiciones para que se reincida". Y hacen referencia al asesino de su hija: "Los monstruos y seres perversos no pueden convivir en una sociedad a la que odian y contra la que van a seguir actuando".
